Capítulo 18

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Pov: Dylan Tyler

Despierto bastante tarde para mi sorpresa, ya que no suelo dormir tanto, a mi lado en un colchón inflable se encuentra Mateo quien aún duerme, no me sorprende, ya que cuando pequeños dormía todo el día y yo tenía que encubrirlo diciendo que estaba haciendo su "tarea de verano" la cual no existía, pero a quien le importa, total mis tíos se creían todo lo que yo les decía, ya que para ellos yo era el niño más comportado del mundo y Mateo también solo que mi tío me idealizaba demasiado, aunque tengo que admitir que en mi niñez si fui un poco mentiroso, pero siempre era para ayudar a los demás y nunca por mi propio bien, a diferencia de mi adolescencia, la cual si fue muy distinta a como me educaron...

Bajo a la cocina para tomar algo de desayunar, veo una nota en la mesa y no le doy mucha importancia, así que primero me preparo unas tostadas y me sirvo algo de leche, mientras las tostadas se preparan veo lo que dice la nota, solo es una nota de Aila avisando que irá a buscar a Hot Dog, nada porque alarmarse, a pesar de esto siento una clase de angustia en mí, no sé por qué, quizá solo me preocupo demás, voy al baño y me lavo la cara para quitar esa angustia, pero aun así no se va.

Mis tostadas están listas, así que les pongo mermelada de mora y tomo mi leche para ir a comerlas al comedor, como siempre no tomo mi celular hasta después de tomar desayuno y para mi sorpresa hay un mensaje de Aila, el cual fue escrito hace ya tres horas.

"Sé que es demasiado repentino, pero por favor no me busques..."

Luego de leerlo voy inmediatamente a mi habitación para cambiarme el pijama a una ropa decente para salir.

-Hey, que haces, porque enciendes la luz, déjame dormir- Dice Mateo reclamando, ya que entré bruscamente a la habitación y prendí la luz.

-Lo siento, pero tengo que salir, Aila se fue.

-¿Qué? Pero ¿Por qué?

-Perdón, pero no tengo tiempo de explicarte, debo irme, cuando mis padres despierten por favor diles.

Rápidamente, voy al baño y me cambio el pijama por la ropa que tome de mi habitación, tomo las llaves y mi celular. Mientras voy saliendo llamo al número de Aila.

"El número al que ha marcado no existe, por favor verifique..."

¡No puede ser, que está pasando! Desesperado me pongo a orar mientras me dirijo a la casa de Aila:

Dios, por favor, no permitas que le pase nada a Aila, te pido que me ayudes a llegar a tiempo, no entiendo muy bien lo que está pasando, no entiendo por qué dijo que estaba arruinando mi vida y que debía negar lo que paso, pero sé que tú si lo sabes y te pido que le ayudes, que le des consuelo y...

Llego a la casa de Aila y encuentro la puerta entre abierta...

-¡NO!- Grito desesperadamente- no, no, no.

Entro a la casa, lo primero que pienso es que le han entrado a robar, pero estoy tan desesperado que llego y entro, pero al entrar no hay nadie, todo está en orden, en la recepción, en la cocina, en la sala, pero en una habitación la cual parece tener la puerta abierta, parece ser la habitación de Aila, pero todas las cosas están en el suelo, libros, un escritorio con sus cosas en el piso y en la entrada una escoba por la mitad. ¡Qué paso aquí!

Mis pensamientos empiezan a inventar cosas sobre que pudo haber ocurrido, Alex pudo haber venido o quizás Roxanne y sus celos la llevaron a atacar a Aila, pero si eso pasó, ¿Dónde están? Y porque me envió ese mensaje.

Salgo de la habitación para seguir recorriendo la casa, pero no encuentro nada, ni a nadie, voy hacia la puerta para buscar en el jardín, pero en la puerta hay una oficial de policía.

- Joven- Me dice la policía mientras se acerca para ponerme unas esposas- Queda detenido por intento de robo, hasta que se demuestre...

-Oficial, creo que es un malentendido, yo estaba buscando...- intento defenderme.

-Tendrá que explicármelo en la comisaria, por favor entre al vehículo y guarde silencio- Dice profesionalmente.

Rayos, en que lío me metí.

...

Luego de un tiempo de que la policía hiciera una llamada llegan mis padres, mi madre tiene una cara de preocupación y mi padre una cara de decepción, probablemente les dijeron que se me acusa de sospecha de robo, ya que la oficial no me ha dejado decir nada, ya que soy menor de edad.

-Hijo, ¿Qué paso? Mateo ya nos contó que habías salido a buscar a Aila, pero ¿Cómo te detuvieron?

La oficial me dice que debemos entrar a una sala aparte (junto a mis padres) para que explique lo sucedido.

-Okey- Dice la oficial- lo que nos han comunicado es que un vecino de la casa de la señora Natalia Alarcón, en la que se le encontró, ha llamado a la policía porque ha visto a un joven desconocido por el vecindario entrando a esta casa, señor Dylan, podría explicarnos qué hacía en la casa de la señora Natalia.

-Oficial, sé que no debí haber entrado sin el permiso de la dueña de la casa, pero estaba buscando a mi amiga, y al ver la puerta abierta había pensado que alguien entró a robarles y entre para revisar si es que le había pasado algo.

-Bien, señor Dylan, tendré que hacerle unas preguntas para verificar que lo que me dice es cierto. ¿Cuál es el nombre de su amiga? ¿Qué edad tiene? Y ¿Estudian juntos?

-Su nombre es Aila García, tiene 17 años, y si estudiamos juntos,

-Okey, tendrán que esperarme mientras verifico la información y también llamaré a los hospitales cercanos porque el vecino nos ha dicho que la dueña de la casa y su hija se han ido en una ambulancia.

-¡¿Qué?! ¿Co-omo que una ambulancia?

-Eso es lo que nos dijo el vecino.

Nada tiene sentido, ¿Qué rayos le paso a Aila? ¿Por qué Dios permite esto?... Espera, que estoy diciendo, claro que no es culpa de Dios, trato de despejarme y vencer esta tentación de parte del enemigo.

-Bueno, al parecer la información que me ha dado sobre Aila Garza es verdad, por lo cual lo dejaremos ir por esta vez, pero la próxima vez que vuelva a una comisaria no saldrá del problema tan fácilmente- Dice la oficial que ha vuelto de hacer unas llamadas

-Gracias, oficial, prometo que no volveré a causar problemas, pero podría preguntarle ¿Qué paso con Aila?

-Lo lamento joven, pero esa es información privada.

-Comprendo, muchas gracias, adiós.

Y ahora ¿Volveré a ver a Aila?


La solitaria y el sociable (novela cristiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora