Capítulo 30

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Pov: Dylan Tyler

Luego de almorzar con Mía e Ivan, vuelvo a casa y armo mis maletas. Volveré a casa mañana temprano, ya que no me gusta viajar de noche.

Son las 18:00 pm y estoy algo aburrido, así que decido ir a correr, esta ciudad es muy bonita, lo que más se destaca normalmente son sus frondosos árboles, pero ahora que estamos en invierno se ve muy triste, los árboles no tienen hojas y la ciudad se ve sin color, las nubes en el cielo le da un toque melancólico.

Mientras corro recuerdo mi hogar, la decepción de mis padres cada vez que me ven volver de una fiesta.

Empiezo a preguntarme: ¿Soy feliz? No, no lo soy, eso lo sé desde hace mucho, pero ¿En que momento deje de ser feliz?, recuerdo que antes no me sentía tan vacío, antes tenía amigos, pero aun así no era tan feliz en ese momento, en realidad fui feliz cuando ella estaba, desde hace mucho que no pienso en ella, solo deseo que esté bien y que ahora tenga una buena vida, no es justo que se haya tenido que alejar de mí, pero ya no puedo hacer nada, pase tanto lamentándome que ya no sé qué hacer, quizás mis padres tenían razón y exagere mucho, pero me dolió que ella se alejara de mi y aunque...

Siento como me cae una gota sobre el pelo, miro al cielo pensando que es mi imaginación, pero en eso comienza a llover muy fuerte, corro hacia una tienda cercana, para resguardarme, pero luego veo que no estoy tan lejos de casa, así que corro para llegar al departamento, al llegar estoy todo empapado, voy a tomar una ducha muy caliente, esperando no resfriarme.

Luego de la ducha reviso mi celular y veo que tengo un mensaje de mi madre.

Hola, hijo, ¿Cómo estás? Tu padre ha querido viajar por una semana, por lo cual no estaremos en casa mañana cuando vuelvas, lamentamos no llevarte, pero era una sorpresa de tu padre que pensó que viajarías ayer, por lo cual ya había reservado todo para esta noche. Te amamos y nos vemos en una semana.

Le respondo amablemente, ya que el igual no tenía ganas de salir esta semana.

Tomo once y me voy a dormir.

Al día siguiente me levanto muy temprano para tomar bus y viajar a casa, el viaje es algo largo, pero por lo menos solo me siento un poco resfriado.

Al llegar a casa todo está muy ordenado, a diferencia de mi departamento. Voy a mi cuarto y me tumbo en la cama.

-Hogar, dulce hogar.

Todo es muy reconfortante, mi cama, el olor en mi habitación.

Agarró mi celular, revisó los mensajes. Uno de mi madre, preguntándome si ya llegue a casa, le respondió que sí.

Uno de Amber, enviándome un meme.

Y nada más. Antes llegaba a aburrirme de tantos mensajes que contestar, pero luego de graduarme perdí a muchos amigos.

Creo que es inevitable distanciarse de los compañeros de la escuela, puesto que ya no nos vemos todos los días y cada uno siguió con su vida.

Me comienza a doler la cabeza, probablemente fue por la lluvia de ayer. Perfecto, qué agradable es resfriarse en las vacaciones.

Voy a la habitación de mis padres para ver si encuentro algún medicamento, pero cuando entro en la habitación, escucho el timbre.

Mi dolor de cabeza va aumentando cada vez más, pero decido ir a ver quién toca el timbre antes de buscar medicina.

Al abrir la puerta, la veo, pero sé que probablemente solo es un sueño o quizás estoy alucinando.

-Hola, Dylan - Me saluda Aila- Sé qué quisas, no querías volver a verme, pero solo quería que supieras que estoy bien...

Ella sigue hablando, pero el dolor de cabeza se vuelve tan fuerte que no logro entender lo que dice, comienzo a perder el equilibrio...

-Ey, ¿Qué ocurre Dylan?

—Me... duele horrible la cabeza...

-Ven, vamos al sofá.

Aila me ayuda a llegar al sofá y me recuesto.

Veamos —dice ella mientras me toca la frente—. Estás muy caliente, puede que tengas fiebre. ¿Sabes dónde están los medicamentos?

-En la habitación de mis padres, en el mueble blanco.

Estoy alucinando, ¿no? Probablemente, estoy muy resfriado y esta fiebre me hace alucinar.

Aila se va a buscar los medicamentos y vuelve con un termómetro y varias cajas de pastillas.

-Veamos, ten, ponte este termómetro para ver si tienes fiebre y tómate este medicamento para el dolor de cabeza —dice mientras me pasa el termómetro y una caja de pastillas.

-Gracias.

Ahora quiero preguntarle un montón de cosas, pero solo puedo pensar en el dolor de cabeza que tengo.

-Bueno, creo que lo mejor es que intentes dormir un poco. Cuando despiertes, te explicaré todo.

-Okey.

Ella me cubre con una manta y yo rápidamente me quedo dormido.

Al despertar, ya se me ha quitado el dolor de cabeza y veo que tengo un paño húmedo en la frente. Me lo quito dejándolo en la mesa y recuerdo que fue lo que pasó antes de dormir.

¿Aila estaba aquí? No, probablemente solo fue otro sueño.

- Ya despertaste.

-¿Qué? Aila... ¿Qué haces aquí? ¿Acaso sigo soñando?

- No, no es un sueño, esto es real, Dylan, sé que es muy repentino, pero te extrañaba y necesitaba que supieras que estaba bien.

Justo cuando ya estaba por superarte apareciste...

Pero no puedo enojarme contigo, después de tanto tiempo extrañándote y al fin te tengo en frente mío.

- Bueno, creo que necesito muchas explicaciones de tu parte.

-Lo sé, pero primero, te tomaré la temperatura otra vez, casi te desmayas. Que bueno que llegue, o si no, que hubieras hecho tú solo.

-Es verdad, me salvaste, llegaste justo a tiempo. Debí haber revisado el clima ayer antes de salir a correr. La lluvia terminó bajándome mucho las defensas y termine muy resfriado.

- Dylan, no te recuerdo que fueras tan descuidado. Veamos el termómetro, bien, ya te bajo la fiebre.

-Creo que tus cuidados me han ayudado, gracias, Aila.

-Bueno, no hay de qué, pero creo que ya debo comenzar a explicarte qué fue lo que pasó.

-Será un largo rato, ya que tendrás que contarme casi dos años.

-Yo era demasiado inmadura y quería protegerte, no quería que terminaras dañado por mi culpa, por lo cual mi mejor opción fue alejarme. Ahora sé que no fue una buena decisión, pero ya no hay vuelta atrás. Quise regresar antes, pero mi mente estaba demasiado ocupada procesando muchas cosas...

N/A

Holaaaa, e vuelto con un nuevo capítulo y si, esto no es un sueño, Aila a vuelto oficialmente.

Ahora estoy en un proceso de editar un poco el libro, por lo cual van a haber algunos cambios en los primeros capítulos, pero nada que afecte la trama, solo serán cambios superficiales.

Bueno, espero que les este gustando el libro y no olviden dejar su voto y comentar, muchas gracias por leer.




La solitaria y el sociable (novela cristiana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora