Capítulo 1. Ayúdame

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POV Narrador

Una enorme habitación con las paredes de madera oscura era iluminada por los rayos de sol de la mañana, en una gran cama yacía una pareja aún dormida, uno de las dos personas tenía el cabello corto de color rosa su pecho estaba dibujado por varios tatuajes y su piel era un poco más clara que la de su pareja, el cabello de este era de un tono rubio, las puntas de sus flequillos son de color roja, simulando su cabello el propio fuego, su cuerpo no tenía tatuajes pero por desgracia lo que decoraba su piel eran moretones y mordidas, pero parecía que el causante de estas marcas sabía perfectamente donde realizarlas ya que estas se situaban en lugares que la ropa que usaba para ir a la universidad las tapaba. El despertador llegó a los oídos del pelirrosa señalizando que era el momento de levantarse.


—Levántate, tienes que hacerme el desayuno —con solo escuchar la voz el rubio se despertó, se sentó en la cama para comenzar a vestirse —¿te he dicho que te vistas? te he dicho que me hagas el desayuno.

—Claro Akaza, ahora lo traeré.

—No tardes —levantó su mirada para ver el cuerpo de su pareja abandonando la habitación en dirección a la cocina—.


Al llegar a la cocina el rubio hizo el desayuno favorito del pelirrosa, cuando lo terminó lo puso en una bandeja junto a una taza de café y volvió sobre sus pasos a la habitación, su pareja ya estaba vistiéndose y le dijo que pusiera la bandeja en la mesa al hacerlo le dijo que ya podía ducharse y vestirse y así hizo lo más rápido que podía para no molestar a su pareja, al volver recogió la bandeja del desayuno y la llevo a la cocina para limpiar lo que ha usado en el desayuno y tras coger uno su maletín y el otro la mochila ambos se dirigieron en el auto del mayor.


Al llegar a la universidad ambos se separaron, todos los estudiantes sabían que eran parejas pero a Akaza no le gustaba que se les viera juntos, aunque esto había sido decisión del mayor el menor se alegraba de eso ya que eso era un tiempo que sabía que podía ser el mismo. Y comenzó a serlo al ver a su mejor amigo.


—¡Buenos días Uzui! —el rubio intentó abrazarlo por detrás pero el albino fue más rápido y fue este quien le abrazó por detrás—.

—Buenos días, Rengoku, eres tan extravagante como siempre.

—Jajaja.

—Me voy antes de potar, por cierto Uzui no me esperes para almorzar— dijo el albino más bajo—.

—Adiós amargado, y mejor para mí, así puedo comer mi comida extravagante.

—Jajaja, adiós Sanemi.

—Venga te acompaño a la clase futuro profesor.

—Jajaja —aunque se rompió el abrazo los dos siguieron caminando juntos, los que fueran nuevos y no supieran de la existencia de Akaza jurarían que la verdadera pareja de Kyojuro era Tengen —¿cómo te va a ti?

—Esta vez estamos haciendo dibujos de nuestros compañeros, pero para cuando nos pidan de otra persona, mantente cerca de mí porque tú serás de quien haga el dibujo.

—Jajaja, entonces más te vale hacerlo bien para cuando vayas a dibujarme a mí.

—Sabes que sí —ambos se pararon ya que estaban delante de la clase del más bajo de los dos —sabes que tú eres el que inspira mi arte.

—Jajaja, después nos vemos Uzui.


Ambos se despidieron, el rubio entró en la aula de detrás suya y el alvino se fue al aula de arte siendo este su estudio. El resto del día fue como cualquier otro hasta la hora de salida, cuando Kyojuro recibió un mensaje de su pareja diciéndole de que fuera a los baños solo. Tragó duro y tras coger su mochila caminó hasta el baño, agradecía que Uzui siempre salía media hora más tarde por lo cual no se cruzaría con él, al llegar al baño no vio a su pareja, aunque supo que estaba ahí cuando la puerta fue cerrada de golpe, se dio la vuelta para ver a su novio y por su mirada sabía que había hecho algo malo, pero no sabía exactamente que era.


—¿Cómo crees que me sienta que unos novatos pasen por mi lado y vayan diciendo la hermosa pareja que hacéis tú y el bastardo de Uzui?

—Akaza, son novatos, sabes que son idiotas.

—Dame tu mochila —el rubio le hizo caso y uso el peso de la mochila de este como bloqueo de la puerta —quítate la camiseta y date la vuelta —dijo mientras se quitaba el cinturón, el rubio le hizo caso—.

—Akaza de verdad, Uzui y yo solo somos amigos —un primer golpe fue dado—.

—No te he dado permiso para hablar —otro golpe fue dado —solo puedes hacerte amigo de las personas que yo acepte me has entendido, responde con monosílabo.

—Si.

—¿Y te he dado permiso de ser amigo de Uzui Tengen?

—No.

—¿Entonces porque mierda sigues hablando con él?

—Uzui y yo somos amigos desde secundaria.

—Y en ese entonces podías hablar con tu hermano y a día de hoy tampoco lo tienes permitido —otros golpes fueron dados ocasionándole de vez en cuando gritos a Kyojuro, incluso llegando a sangrar, cuando Akaza se cansó se volvió a ponerse el cinturón —busca un lugar para dormir esta noche, si me entero que se lo pides a Uzui volveré a castigarte y así hasta que el castigo sea encerrarte en la habitación del sótano y te impediré salir a la calle —caminó alrededor de su novio y tras ponerse de cuclillas le cogió de la barbilla para que este lo mirase —no juegues conmigo, tienes la de perder —se levantó y tras apartar la mochila hacia un lado se fue del lugar—.

El rubio como pudo cogió su camisa y su corbata y entró en uno de los cubículos del baño. Poco después algunas personas entraron y aunque la mayoría se fueron hubo una persona que se quedó mirando a la mochila.

—Rengoku, ¿estás aquí? —el rubio quitó el seguro del cubículo en el que se situaba y el albino fue corriendo hasta él cuando abrió sus sentimientos se mezclaron entre sorpresa y odio por no saber quién había dejado a su compañero que siempre reía en ese estado.

—Uzui... ayúdame.


Continuará...

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