POV Narrador
Uzui seguía sin creerse todo lo que su compañero de casa le había contado, este se encontraba en el otro sofá acariciando el cabello de su hermano quien solamente estaba pendiente en que en el abdomen del alvino no se apareciera un moratón o por lo menos que este mejorase todo lo posible.
—No sé que mierda le ha hecho Akaza, pero no hace tanto que nos vimos y estaba tan ligero.
—No debería de volver a la universidad hasta que Akaza o se olvide o se vaya.
—¿Por qué? —Sanemi solo miró a su hermano y movió la caricia hasta su mejilla—.
—Creo que es la primera vez que podría decir algo como esto pero si os digo la verdad, creo que por primera vez siento miedo ante él —al escucharlo Genya lo miró con sorpresa, ¿su hermano teniendo miedo? Conocía a su hermano lo suficiente para saber que había algo que no había contado pero en vez de decir algo abrazó a su hermano pero con cuidado para no hacerle daño —Genya ¿qué...? —calló al ver las lágrimas de su hermano —tranquilo, ya estoy aquí.
—Uzui... —su voz aunque apagada llegó claramente a los oídos del dueño del nombre, desde el final de la escalera, el más alto se levantó rápidamente desde el sofá y caminó hasta él—.
—¿Cómo estás? ¿Tienes hambre? ¿Te quieres duchar? —la mano del rubio apretó el agarre que le había hecho en el brazo haciendo que Uzui se calmara —lo siento, ¿Qué quieres hacer?
—Quiero estar a tu lado.
—Claro, ¿puedes caminar?
—Si, pero necesito agarrarme.
—Claro —Uzui le ayudó para que Rengoku pudiera caminar usándolo como ayuda nada más llegar al salón se sentó junto a Uzui en el sofá en el que antes estaba sentado el más alto—.
—¿Cómo has dormido? —preguntó el alvino de las cicatrices—.
—Bien...Shinazugawa perdón, por mi culpa Akaza te ha hecho daño.
—No es tu culpa, no te culpes por lo que ese capullo hace o deja de hacer, tú no eres el que me has golpeado —dijo sonriéndole a lo que el rubio también lo hizo hasta que su barriga gruño—.
—Perdón.
—No tienes que disculparte, yo también tengo hambre —Uzui le dijo suavemente para que se calmara—.
—Ya deberíamos de cenar —Sanemi miró a Uzui —ve a hacer la cena.
—¿Por qué yo?
—Solamente tú y Genya no estáis golpeados, pero Genya va a quedarse aquí conmigo, así que ve tú.
—Serás maldito —miro a Rengoku —¿se te apetece algo especial para cenar?
—Si te digo la verdad preferiría que fuera algo calentito.
—¿Os parece bien una cardo de pollo con fideos?
—Suena muy bueno —afirmó el hermano mayor y después lo hicieron el menor y el rubio a su lado—.
—Pues voy a hacerlo —se levantó del sofá y miró a los hermanos—cuando os avise ayudad a Rengoku a ir hasta la mesa del comedor.
—Claro.
—¿Puedo ayudarte? —hizo el intento de levantarse pero Uzui lo volvió a sentar—.
—No, tú siéntete cómodo y si ellos no pueden contigo o no te fías mucho —Sanemi le echó una mirada molesta —me llamas y vengo a por ti en un segundo —tras acariciarle la cabeza se fue a la cocina a realizar la cena—.
—Seguro que te encantará, Uzui cocina muy bien.
—Que bonito eso que me dices Sanemi.
—¡No te lo estaba diciendo a ti! —el dolor de su abdomen aumentó —joder, no me hagas gritar maldito.
Como dijo, el más alto comenzó a realizar la cena, poco después llamó a sus compañeros y estos fueron hasta la cocina lentamente mientras Uzui terminaba de poner la mesa. Cuando se sentaron Tengen echó la sopa en cada uno de los platos, cuando estaban llenos puso la olla en la vitrocerámica y se sentó al lado de Kyojuro.
—Rengoku tú come lo que tengas hambres, si te dejas algo en el plato no te preocupes y si quieres repetir me lo dices y te echo más.
—Muchas gracias Uzui.
—Te ha salido muy bueno Uzui-san.
—Muchas gracias Genya, espero que tu hermano sea igual de agradecido.
—Vas a hacer que engorde con toda la comida que haces.
—Pues no te veo quejarte si tanto te estoy haciendo engordar.
Esta charla era observada por Rengoku quien no había dejado de comer desde la primera cucharada, hacia tiempo que no comía algo como eso, aunque su estómago no le pidió otro plato, si hizo que rebañara completamente ese.
—Uzui, estaba muy bueno —al final su voz comenzó a temblar a tal punto de que cuando el más alto lo miró algunas lágrimas corrían por sus mejillas —hacía tanto que no comía algo tan bueno y que puedo comerlo todo, además sin pensarlo dos veces me habéis abierto vuestra casa.
—No llores más Rengoku —Uzui se levantó y lo abrazó —por una parte, sé que mi comida está riquísima pero no es para llorar y por lo otro, ya lo dije la primera vez, voy a estar contigo en todo, siempre que claro está me dejes estar—el otro rio por como el más alto le habló —¿Quieres algo de postre?
—Estaría bien, pero algo pequeño.
—Claro, creo saber que te puede gustar.
—Si es lo que yo sé, tráeme un trozo.
—Ains, no soy tu mandadero —cogió alguno de los platos para llevárselos al fregadero y poco después trajo un bizcocho de yogur y un cuchillo, cortó un pequeño trozo para el rubio y después le dio el cuchillo a Sanemi para que cortase el trozo que él quería —¿te gusta Rengoku?
—Es muy suave, ¿también lo has hecho tú?
—Si, Sanemi no sabe cocinar nada.
—Sé hacer lo justo para sobrevivir.
—No voy a opinar.
—Uzui, perdón pero me estoy volviendo a sentir cansado.
—No te preocupes, ya nos vamos para él cuarto —miró a los hermanos —ustedes termináis de recoger esto ¿vale?
—Vale, buenas noches Rengoku-san.
—Buenas noches Rengoku, si Uzui ronca mucho vienes a mi habitación.
—Jajaja, vale, buenas noches chicos.
Sin decir nada, Uzui cogió en brazos a Rengoku y subió hasta su habitación, le dio una camiseta suya para que usase para dormir y tras cambiarse él se tumbó en la cama indicándole a Kyojuro que podía ponerse a su lado.
—¿Seguro que no te molesta?
—¿Molestarme que duermas a mi lado?, claro que no me molesta tonto —cuando el otro se tumbó le acarició el cabello —ahora has lo que te sea más cómodo para dormir.
—¿Las clases de mañana?
—Sanemi y yo hemos pensado que mientras Akaza no te deje de buscar será mejor que no vayas a clases, ¿te pareces bien? —el rubio se acercó a él dejando sus rostros muy cerca el uno del otro—.
—Me parece perfecto, muchas gracias por todo Uzui y buenas noches —el otro sonrió—.
—Buenas noches Rengoku.
Continuará...
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Eres mi musa
Fiksi PenggemarHistoria creada sin ánimo de lucro, solo con ganas de que os lo paséis bien leyendo. Todos los personajes le pertenecen a Koyoharu Gotouge. Saldrán los personajes vistos hasta la tercera temporada del anime, eso es lo único que se podría considerar...