TRES

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『3』 ➳ lo único que necesito

-Entonces, Elsa, has firmado para presentarte dos veces por semana durante cuatro meses.- Dije y la chica sonrió. -Recuerda que la sanción por romper el contrato es solamente una dotación de artículos para pintar y dibujar, no más de 100 dólares.- la chica asintió de nuevo.

-En serio, muchas gracias por darme la oportunidad.- se levantó y miró su reloj. -Mi hermano ya tiene listo el escenario, así que, puede venir, vamos a comenzar con la primera canción.

-Perfecto, vayamos.- salimos de la oficina y recorrimos el pasillo, los cuadros y dibujos estaban colocados en la pared y las pequeñas sogas, había gente mirando, tratando de convencerse de comprar ese pequeño cuadro o dibujo frente a ellos.

-Me parece curioso, pero alguno muy bueno.- Elsa habló cuando estábamos llegando al inicio del pasillo.

-¿El qué?

Ella me miró con una sonrisa que sólo una persona me había dado en la vida: mi hermana menor. -Que tengas tan buen corazón como para dejar que nuevos artistas se presenten aquí, que des apoyo a aquellos que les apasiona el dibujo y... no lo sé, este parece ser un lugar mágico. Tienes un corazón enorme, espero que todo lo bueno que hay en ti no se apague nunca.

Llevé mi mano al corazón y sonreí sintiendo las ganas de llorar. -¿Puedo abrazarte?- le pregunté y ella asintió.

-Justo eso iba a decirte.- y me rodeó protectoramente con sus brazos.

...

La voz de Elsa sonaba por todo el lugar, la cafetería estaba un poco llena, podría decir que el 80% de las sillas estaban ocupadas. Ella había invitado a sus amigos y sus padres, estaban Juli y Abi; y de resto eran clientes frecuentes, algunos que siempre llegaban de pasada y luego de comprar se iban y otros que siempre se quedaban a comer o beber aquí.

Ver a esa chica tocar con tanta pasión me hizo traer mi inspiración. -Ya vuelvo,- dije a las chicas antes de caminar hacia mi oficina, tomé una libreta y un bolígrafo.

Regresé al área principal y fui directo a la puerta, ahí en la barra, me acomodé en una esquina y comencé a dibujar. -Si pudiera volverlo a hacer, no cambiaría nada. No me arrepiento de nada, no me arrepiento de nada... Y si yo pudiera volverte a ver te abrazaría callada, y voltearía la cara, ya me sé cómo acaba...

La puerta se abrió y pronto sentí el perfume de Daniela cerca, sus manos se posaron en mi cintura y luego sentí un beso en mi mejilla.

-Juli subió una historia a IG, y no podía perderme este momento.- dijo cerca de mi oído.

-Gracias por estar aquí.- Calle tomó mi mano para obligarme a ir con ella hacia la mesa donde estaban Juli y Abi.

"Es la última cosa que te pido, la última canción que te escribo; y te dejo ir, y me dejo ir"

Los aplausos no pararon hasta dos minutos después, Elsa había cantado un par de canciones propias y algunos covers. Ella y su hermano habían hecho un buen trabajo, Karen había llegado ya para la última canción, así que apenas tuve la oportunidad la presenté con las chicas.

-¿De dónde se conocen?- Daniela preguntó con curiosidad.

Me quedé en silencio mirando a las tres chicas, evitando el contacto visual con Calle. Karen tomó la iniciativa diciendo: -Esta mañana estaba discutiendo con mi madre acerca del té de arándano, Poché llegó y escuchó un poco, así que cuando colgué la llamada ella me recomendó su cafetería, me dijo que había shows casi todo el tiempo, pero por mi trabajo es difícil llegar a tiempo a lugares donde mis artistas no están.- Parcialmente era una verdad.

Reckless (Calle y Poché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora