DIECINUEVE

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『19』 ➳ Tuve un mal presentimiento ayer

Punto de vista de Manuela.


Llegó el domingo. Había reacomodado todo en mi armario para que las cosas de Calle tuvieran su propio lugar. Habíamos decidido que lo mejor era mudarnos, no podíamos esperar más para tenerla en casa, poder tener más momentos llenos de amor.

No me dolía, no me sentía egoísta y mucho menos me sentía una mala persona por encontrar el amor en quien fue, durante mucho tiempo, la persona que más he amado. En su momento, cuando éramos jóvenes, creí que estaba equivocada, pero con el tiempo, me di cuenta que el único error había sido dejarla.

Pero el tiempo apremia, así que, luego de un par de años, ingresé como socia a su empresa familiar; la llama de nuestro amor floreció de nuevo y no hubo momento alguno donde no anhelé este momento. No me dolía, no le debía nada a Poché, por muy amiga que fuera, no tenía porque seguir sufriendo de un corazón roto cuando Calle me correspondía, cuando Calle me elegía a mí.

Quizás, en el momento que me enteré del embarazo de Poché me sentí un poco mal, pero eso no fue motivo para dejar de enviarle mensajes con fotografías mías y de Daniela. Había sido inteligente, así que contraté a un detective privado, me hice pasar por mi amiga para que pudieran seguirnos a Calle y a mí, había sido un costo caro, pero valió cada jodido momento.

Sinceramente, me regocijaba en todo el dolor que ella podía sentir, porque sabía que en la universidad, ella hizo lo mismo. Me quitó a mi Daniela, aunque ella no lo supo.

El timbre de la puerta sonó así que me levanté del sofá y abrí, me encontré con Calle, tenía el rostro serio, pero aún así había cuatro maletas junto a ella.

—Amor, que bueno que llegas.— me abalancé sobre ella y besé sus labios con necesidad. —Déjame ayudarte.— tomé dos maletas y luego ambas entramos.

Calle se quedó en silencio y me siguió hasta nuestra habitación, —encargaré el almuerzo de mi restaurante favorito, ¿Está bien?

—Bien, yo acomodaré aquí.— señaló el armario y asentí. Me acerqué para tomar sus mejillas y besarla, ella correspondió transmitiendo todo lo que sentía por mí. —Te amo...

—También te amo, amor.— dejó otro besito en mis labios y luego me dejó ir.





A esto me refería cuando decía que era merecedora de todo esto. Calle y yo sentadas en el sofá de casa, mirando una película de comedia, yo estaba frente a ella, y le daba bocados de la comida que había en el plato. Me lo merecía.

Esa noche, terminamos entregándonos la una a la otra; proclamando nuestros cuerpos, perteneciendo incluso más que las ocasiones anteriores, porque se sentía diferente.



Punto de vista de Daniela Calle.

Se sentía diferente, desde ayer, el mal presentimiento se hacía notar en mi pecho y en la boca de mi estómago. Es como si hubiera olvidado algo.

Domingo. Leí en la pantalla de mi teléfono, hoy es día de visitar a mis padres, y estaba en un dilema. ¿Debía llevar a Manuela conmigo? ¿Qué pensará mi madre si llego con Manuela y no con mi esposa?

—Estoy lista, mi amor.— Manuela salió de la habitación, llevaba un vestido negro que llegan hasta sus tobillos, era en corte A, por lo que con cada movimiento el exceso de tela se movía.

—Manuela... No creo que sea correcto.— tomé sus hombros y noté el cambio en su semblante. —Aún no le cuento a mis padres y... sería un poco extraño que me llames "mi amor" frente a ellos.— Manuela tomó distancia y luego sus ojos se humedecieron.

—No puedes hacerme esto— se quejó. —Me dijiste que el día que vivieras conmigo me presentarías frente a tu familia como tu nueva novia, tu futura esposa.

La miré. —Lo sé. Lo dije.— señalé, pues aquello era verdad. —Pero no es el momento, amor.— me acerqué y la abracé. —Poché está en gestación aún sería muy mal visto que le pida el divorcio y luego llegue a presentarte como mi futura esposa... Pero si quiero casarme contigo, lo he deseado desde que soy adolescente.— borré la distancia entre ambas y la besé.

—Está bien, amor...— acomodó mis cabellos y sonrió. —Frente a ellos actuaré como tu amiga...

—Eso es... Mi chica buena...— nuevamente la besé, al separarme tomé su mano y juntas salimos de nuestra casa.

El camino a casa fue distinto, ya no escuchaba aquella voz melodiosa que cantaba cada una de las canciones, que hacía la mímica y luego terminaba riendo porque yo la miraba con cara de "¿Qué demonios significa eso?". Aún así no puedo decir que fue incómodo, sólo fue eso... Diferente.

Al llegar a la casa de mis madres, miré como mi hermana estaba en el jardín jugando con los perros. Nube y Piña. Ella al vernos se detuvo y sonrió, luego corrió al interior de la casa.

—Preguntarán por ella, ¿verdad?— Manuela dijo cuando caminábamos por el camino de piedras.

—Sí. No te preocupes, les inventaré algo.— dejé un beso en su mejilla y luego entramos por la puerta principal.

En la sala estaba mi madre mirando la televisión. —¡Hola, má!— saludé y ella se levantó.

—¿Dónde está Poché?— dijo ella con cara de confusión.

—Se quedó en el departamento, no se sentía bien.— expliqué, o más bien mentí.

—¿En serio? Ayer parecía que ella y la pequeña Aura estaban bien. Que extraño... ¿y ésta? ¿Qué hace aquí?

—Mamá...— Susurré, el rostro de Manuela mostró incomodidad. —Sabes que es la mejor amiga de Poché y también una buena amiga mía, la invité a venir para almorzar.

—No creo que se pueda.— dijo ella caminando fuera de la sala. —Con tu padre, tu hermana y mi nuera, iremos a almorzar al restaurante favorito de TU esposa.— Manuela tomó mi mano en un intento de detenerme.

—Mamá...

—¿Amor?— mi padre la miró y luego a nosotras. —Dile a Poché que debemos irnos, la reservación tiene hora.

Y ahí entendí todo.

El mal presentimiento era ese. Poché me traicionó. Poché le dijo a mis padres.

Necesitaba hablarlo, necesitábamos hablarlo para llegar a un acuerdo.

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Mi gente latino,
el trabajo me absorbió y luego de eso fui a una clase. Terminé con dolor hasta en el alma, ¡No hagan ejercio! No se los recomiendo. (Es broma)

Espero que les haya gustado, nos leemos mañana.
(En mi ciudad aún es lunes, son las 21:40) que tengan linda noche/madrugada.

Les tkm.

Reckless (Calle y Poché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora