『23』 ➳ me dijeron que el final está cerca
—¿Quieres ver la caja?— le dije cuando nos separamos del abrazo, ella asintió.
—¿Qué es?
—Instantes.— me levanté con cuidado para regresar a mi lugar, frente a ella, le estiré la caja y miré como la abría. Sus ojos se llenaron nuevamente de lágrimas y sonrió mientras iba pasando cada una de las fotografías instantáneas que había sacado durante estos meses, era una diaria y detrás había algo escrito, también tenían la fecha.
Ella sacó una hoja donde estaba una lista con futuros nombres, nuevamente cubrió el rostro con sus manos y yo sentí ganas de llorar.
—¿Te acordaste de los nombres que quería para nuestra hija?— preguntó en un susurro, asentí.
—Por supuesto, lo hablamos por tanto tiempo que no iba a olvidar ninguno de los nombres... Al final tu madre es la que me ayudó a decidirme, un día antes de saber su sexo, elegimos dos. Si era niño su nombre iba a ser Christian, ya sabes que yo amo ese nombre.— ella rió y asintió. —-Y si el ultrasonido demostraba que era niña, su nombre sería Aura.
—La personificación de la brisa... ¿recuerdas lo obsesionada que estaba con la mitología griega?— dijo riendo y limpiando sus lágrimas.
—Por supuesto, no voy a olvidar nuestra discusión en el supermercado porque según tú "Perséfone" era un excelente nombre para nuestro hijo.
—Sigo creyendo eso, Poché.— dijo con seriedad, aunque luego rió.
Seguimos hablando durante toda la tarde, nos sentamos en el sofá y colocamos música mientras saltamos de un tema a otro, nunca volviendo a tocar el tema de Manuela. Recordamos muchas cosas, pero ya no hacía tanto daño como antes, era una especie de dolor nostálgico, adormecedor.
—... Comenzaré terapia el lunes.— dijo ella y yo asentí. —Abi me dijo que necesitaba arreglar mis asuntos emocionales antes de poder cuidar de mi hija.
—Calle... No es necesario que te centres en ella, tómate tu tiempo, te estará esperando.— tomé su mano y dejé un par de palmadas.
—¿Y tú?— me miró, en sus ojos había algo diferente, pero no sabía si era ilusión o algo más.
—No. Yo no.— fui sincera. —Me hiciste daño, Daniela. No esperes que olvide todo...
—Ya sé, ya sé. Perdón.— y nuevamente se separó, aunque esta vez miró su reloj. —Me tengo que ir le dije a... Olvídalo, nos vemos luego, cena algo ligero y ve a descansar.
—Está bien, te acompaño a la puerta.— me levanté con cuidado del sofá y la seguí a paso lento.
Cuando ambas estuvimos ahí, sonreí al tener un lindo recuerdo rondando mi cabeza.
—¿Nos veremos mañana?— Calle tomó mis manos y yo asentí.
—Por supuesto que sí, amor.— me acerqué para rodearla por la cintura y abrazarla. Mi lugar seguro.
—Te amo, cuídate.— dejó un beso en mis labios y yo sonreí grande.
—... entonces, ¿qué dices?— su voz me trajo de vuelta a la realidad.
—¿Me repites de nuevo? Es que estaba disociando.
Daniela rió. —Te decía que si quieres ir a hacer algunas compras mañana por la mañana, tengo libre hasta mediodía.
—No es necesario, Calle.
—Lo hago por mi hija, ella merece lo mejor.— llevó ambas manos a los bolsillos de su pantalón y yo asentí.
Nos miramos durante unos segundos, que se sintieron eternos; hasta que noté sus intenciones.
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Reckless (Calle y Poché)
FanfictionEsta es una historia que odio y contarla podría quebrarme Esta es una historia que odio pero la conté para lidiar con el dolor Lo siento tanto si puedes identificarte