『4』 ➳ te necesito aquí
Los días pasaron de prisa, incluso más rápido de lo que alguna vez imaginé. Estábamos a dos días de mi cumpleaños veintinueve, estaba emocionada y también un poco sentimental porque Daniela había salido de viaje hace dos días, y aunque lo intentó, no pudo regresar para el día de mi cumpleaños.
Quizás debí haber propuesto el ir hasta Nueva York para que pudiéramos pasar mi cumpleaños juntas, pero había escuchado por parte de Manuela que habían estado muy ocupadas, que incluso no tenían tiempo para descansar bien. Lo bueno de que mi mejor amiga y mi esposa estuvieran juntas, es que Manuela siempre cuidaba de Calle cuando yo no estaba cerca.
El cariño que esas dos tenían era único, casi tan parecido al amor que Manuela me tenía a mí. Siempre tan leal y respetuosa.
La puerta de la cafetería se abrió dejando ver a una Eli transpirada. —Llegas tarde, ¿se te han pegado las sábanas?— me burlé.
—Así es, jefa.— ella pasó directo por la cocina hasta la sala de descanso, dónde tenía que registrar su entrada. —Anoche salí de aquí y tenía una idea para mi tarea, así que me quedé toda la madrugada haciéndola.— empezó a contar mientras comenzaba a sacar los ingredientes para los postres de hoy.
Eli era una chica de 22 años, amaba hacer postres al igual que sus dos hermanas menores, así que ellas eran mis trabajadoras estrellas para la elaboración de postres. Sus hermanas sólo trabajaban los domingos, en su mayoría, aquellas dos, la pasaban en la cocina haciendo galletas y cakepops mientras que Eli atendía la cafetería.
—¿Al menos terminaste?— pregunté con curiosidad.
—No.— rió. —Pero tengo el sesenta y cinco por cierto del trabajo, así que es un avance.
—¿Dónde están tus hermanas? Se supone que hoy venían antes.
—Han llegado a la lavandería, mamá les dejó un encargo.— asentí antes de ir hacia el cuarto de descanso para poder preparar lo necesario para limpiar el piso.
Hoy era la última presentación de Elsa, estaba muy emocionada porque la gente ya la conocía, muchos le pedían covers para su siguiente presentación; muchos la adoraban y ella me agradeció porque su canal en YouTube ya había tenido más suscripciones desde que comenzó a presentarse aquí.
Mientras limpiaba, podía escuchar la música de los altavoces. Eli era fanática de Taylor Swift, y luego de una extensa charla donde aprendí que debía escuchar los "Taylor's Version" de todos sus álbumes, me resigné a escuchar a esa mujer durante todo el turno, incluso cuando la gente agregaba alguna canción a la lista de reproducción, en su mayoría era de esta chica. La música era buena, a veces hasta terminaba cantando alguna de sus letras.
—Amo esa canción.— Karla, quién había entrado sin que yo la escuchara, se acercó a la mesa que limpiaba y se sentó en la silla. —Este mocoso me está dando más lata que otros días.— se quejó mientras colocaba sus manos debajo de su vientre.
Me acerqué para tocar su pancita, su hijo se movía como loco ahí dentro. —No sé si quiero eso para mí.
—Créeme, te sentirás más confiada cada que lo sientas moverse, es una buena señal.
—¿Té de arándanos?— pregunté.
Ella negó. —Ahora tengo antojo de un Matcha.
—En un momento te lo traigo.— llevé las cosas a la cocina y comencé a preparar su pedido.
En ese lapso de tiempo, las hermanas de Eli llegaron, ambas saludaron y pronto entraron a la cocina para comenzar con los postres.
—¿Esas menores de edad trabajan contigo?— Karla cuestionó apenas llegué con su Matcha y mi frappé.
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Reckless (Calle y Poché)
FanfictionEsta es una historia que odio y contarla podría quebrarme Esta es una historia que odio pero la conté para lidiar con el dolor Lo siento tanto si puedes identificarte