VEINTE

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『20』 ➳ todavía tengo la carta donde escribiste que yo era la única chica que querías en tu vida

[⌛] Años atrás...
        (Último año de universidad de Poché)

—¿Alguna vez tus sueños se han centrado en otra persona?— Miré a Calle, dejando de lado la paleta de pinturas.

—Creo que la única forma en que mis sueños se centren en alguien, es cuando se trata de formar una familia, pero no es algo que me emocione tanto.— le respondí con sinceridad, —Luego de que mis padres me echaran de la familia, lo menos que quiero es pasar otra vez por eso.— Calle dejó de lado sus hojas de trabajo y me abrazó.

Nuestros días, desde que vine a vivir con la familia Calle, se resumía en ir a la universidad, trabajar mediotiempo en la empresa de la familia y luego llegar a casa a hacer deberes. Y esta noche no era la excepción.

—Ahora eres parte de esta familia, nadie te va a echar, abandonar o lo que se le parezca, mucho menos yo.— dejó un beso en mi mejilla.

—¿Y tú? ¿Cuál es tu sueño ligado a una persona?

Nos separamos y ella miró sus hojas de trabajo. —Antes tenía uno, pero desde hace tiempo, incluso antes de conocerte, ese sueño se esfumó.— me quedé en silencio esperando que añadiera algo más. —¿Recuerdas que cuando te conocí te conté acerca de una chica que aún seguía "en el closet"?

—Lo recuerdo. También me acuerdo muy bien cuando te dije que yo no quería hacerte eso.— ella asintió, nuevamente dejó las hojas y se acomodó en la silla, ambas estábamos frente a frente, ella aprovechó eso para tomar mis manos.

—Esa chica era Manuela, tu mejor amiga.— confesó. —No quería decírtelo porque creí que ella no te había dicho que era bisexual, tampoco quería sacarla del closet.

—Entiendo...

—¿Estás enojada?— me abrazó con fuerza, yo dejé mis brazos inertes a cada lado de mi cuerpo, suspiré contra su cuello y luego inhalé su fragancia.

—Claro que no...— dije contra su cuello. —¿Tendría por qué?— me separé un poco y ella aprovechó para acomodar mi cabello detrás de mi oreja, dejó un caricia en mi mejilla y luego un beso en mis labios.

—Según yo, no. Como te conté, no quería exponerla, además, como son mejores amigas creí que ella te había contado.— dejó otro beso en mi mejilla.

—La chica con la que sale ahora es la primera novia que le conozco; si te soy sincera, eso me sorprendió un poco. Es decir, su familia al igual que la mía es muy retrógrada.

—Sí, por eso nos ocultamos tanto tiempo, hasta que ella no aguantó. Además, éramos unas niñas y yo... ¡Dios! Estoy avergonzada con esto.— se separó y yo reí, fue mi turno de abrazarla, aunque yo lo hice por el cuello.

—¿Por qué? ¿Que es lo que te avergüenza?

—Le pedí que me eligiera a mí o a su familia... y obviamente eligió a sus padres.

Asentí ante su respuesta. —¿Quieres seguir hablando de eso?

—Sólo quiero agregar algo más... Ahora mi sueño es casarme contigo, y ese sueño no lo tenía desde que terminé con Manu, yo creía que... creía que nunca quería con alguien más lo que alguna vez quise tener con ella. Pero... Lo mejor de todo, es que contigo si voy a cumplir mi sueño; claro, si es el mismo para ti.

—Lo pensaré.— le dije y ella comenzó a reír.

—Boba.— golpeó mi rodilla con la suya.

—Si soy.— y ambas reímos. —Sigamos con las tareas no quiero ir a dormir muy tarde.

Reckless (Calle y Poché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora