Día de descanso 2

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Olivo había bajado del ático, yendo a la Sala de estar donde los demás se encontraban, los otros tres estaban sentados en unos sillones, mirando una televisión grande, parecían estar atentos y confundidos al mismo tiempo con lo que veían.

Olivo: ¿qué se supone que hacen?, ¿es la pelo cula que dijeron?. —mira la televisión—

Honey: película,y si, pero no entiendo nada de lo que está pasando.

Obsidian: se llama 50 sombras de grey, pero es una estafa, la única sombra que he visto es la de él, ¡¿dónde están las otras 49?!... —cruzado de brazos—

Cobalto: quizás aparezcan pronto...

Olivo: hm... —se sienta en un sillón individual—

Seguían mirando la película, en ningún momento mostraron otra expresión que no sea la de confusión.

Honey: —mira a Olivo— oye, ¿pueden enseñarme a pintar?.

Olivo: tch, cierra el hocico, imbécil, no tienes que andar diciéndolo así como así. —le da un zape—

Honey: es que en serio me parece tan increíble lo que haces, a mi punto de vista, no ví errores en la pintura, jeje, todo estaba perfecto, era lindo y el paisaje que elegiste fue precioso, me sorprendió mucho de tu parte, ya que eres alguien gruñón, impulsivo y que se enoja hasta cuando pasa una mosca, bajo todo eso hay alguien talentoso y con un estilo de arte bellísimo.

Olivo: eres un hijo de pu... —iba a darle otro puñetazo—

Analizó bien las palabras que le dijo, las cosas buenas. Apretó su puño y dio un pequeño golpe al reposa brazo del sillón individual, apartó la mirada, pues nuevamente ese sonrojo apareció, y no quería que el rubio lo viera de esa forma.

Honey: ¿mm?... —ladea su cabeza— ¿todo bien?.

Olivo: cállate, pedazo de imbécil...

Obsidian: —voltea con ellos— eh, ya callense, no dejan escuchar...

Cobalto: ¿pero qué vamos a escuchar?, ¿cómo se están cogiendo a la tipa otra vez?.

Obsidian: todavía tengo esperanza de las 49 sombras restantes van a aparecer...

La película terminó, los cuatro se levantaron de sus asientos y siguieron con su día normal.

Obsidian: la peor primera película que he visto. —hacía una mezcla en un tazón de la cocina—

Cobalto: pues qué puedo decir, no siempre se tiene la primera buena impresión... —sentado en una silla, viendo lo que hacía—

Obsidian: deberían matar al que hizo esa cosa, fue un engaño, ¿para qué ponen ese título si solo sale una sombra de ese sujeto?.

Cobalto: —niega con la cabeza— hay que ver otra cosa la siguiente vez... —pone una mano en su mejilla— ¿y qué estás haciendo?, ¿un pastel?.

Obsidian: no, bolitas de menta... —hacía las bolitas—

Cobalto: uhh, no sabía que sabías hacerlas, yo que también tengo a Kuro, no sé hacerlas, jeje...

Obsidian: es porque todos ustedes son demasiado jóvenes, no saben aún...

Cobalto: claro, claro, pero sé que si lo intento, podré hacerlo, está en nuestra sangre.

Obsidian: como sea... —lleva las bolitas a otro de la cocina para terminarlas—

Honey: —entra— chicos, adivinen qué llegó.

Obsidian: ¿un cerebro para ti?. —seguía con lo suyo—

Honey: si...¡NO!. —se acerca— llegaron regalos, creo que la creadora los mandó para nosotros.

Cobalto: ¿en serio?, bueno, hay que ir a verlos.

Dejaron lo que hacían, y fueron a la sala de estar, en la mesita de Centro habían cuatro regalos, cada uno con los colores correspondientea de cada fusión, así que no abría problema con saber para quien es.

Honey: —toma el suyo— me pregunto qué será.

Abrió su regalo, dentro de la caja había un peluche de él mismo.

Honey: oh...creí que sería algo más... —toma el peluche—

Obsidian y Cobalto también abrieron sus regalos, encontrándose con lo mismo, peluche de ellos.

Obsidian: ¿y para qué queremos esto?.

Cobalto: no lo sé, pero yo se lo daré a Magenta. —miraba el peluche— seguro que le va a gustar mucho, jeje.

Obsidian: mm, ahora que lo pienso, yo le daré este a Mint.

Honey: ja, que suerte tienen al tener a quien regalarle cosas.

Olivo: —llega— terminemos con esto de una vez. —toma su regalo y lo abre, sacando el peluche de él mismo— ...es una broma, ¿no?.

Honey: nop, es totalmente real, jeje, aunque no te lo quedes si no te gusta, haz lo mismo que Obsidian y Cobalto, dáselo a alguien especial.

Olivo: no tengo a nadie especial, odio a todo el mundo, en especial a ti, abejorro, me das todo tipo se dolor de cabeza, estúpido. —tira el peluche al suelo, yéndose—

Honey: ow, jeje. —levanta el peluche— los dejaré en una repisa, estarán bien ahí por mientras. —va y hace eso—

Obsidian: hm...Cobalto, ¿no notaste un comportamiento diferentes de Olivo?, no le gritó a Honey...

Cobalto: si, lo noté, hay algo extraño en todo esto... —lo mira— no deberíamos intervenir, puede que su relación esté mejorando, y eso es bueno, jeje, como el nuestro, mira, me estás hablando, cuando hace unos días decías que odiarias estar con nosotros.

Obsidian: ... —se da cuenta de eso— tch, iré a terminar las bolitas de menta... —vuelve a la cocina—

Cobalto: jaja, bien, amigo, te veo después. —miraba su peluche— jeje, hasta en juguete soy guapo.

-en la cabina-

Faty: jmjm, ya se están llevando mejor. —pone sus manos en su cintura—

Charlie: sé que soy nuevo, pero siento una gran conexión entre Olivo y Honey, pensaba en hacer que sean amigos, hacer actividades en parejas y ponerlos juntos.

Faty: ...hey, es una excelente idea, bien hecho, Charlie. —toma una libreta y una pluma— entonces, hay que planear la siguiente actividad.

Continuará.............

Espero les haya gustado

Chao 💕✨

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