Distracción 2

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Unos días después, la temperatura exterior estaba disminuyendo, la temporada de frío se acercaba, así que los vigilantes empezaban a darle ropa de invierno a sus fusiones correspondientes, excepto Yuni, debido a que su pareja no necesitaba ese tipo de ropa.

Obsidian: —caminaba por la casa con sus hijos en brazos— apuesto a que nunca habían visto esta parte de la mansión, es mejor que se acostumbren porque aquí vivirán hasta que sean grandes, o hasta que su mami y yo decidamos conseguir nuestra propia casa.

Olivo: —sale de una habitación— ven aquí, cara de pendejo. —lo sostiene y lo mete a la habitación—

Obsidian: uy, cuanta agresión.

Samantha: bah —mueve sus manitas hacia Olivo—

Olivo: je... —la carga— escúchame, tú ya fuiste por esa piedra preciosa para tu novia, ahora yo iré por el mío para Charlie.

Obsidian: ohh, y quieres que lo distraiga mientras no estás.

Olivo: exacto, buena suerte. —le devuelve a Samantha— vuelvo en unas horas.

Obsidian: no necesito suerte, estaré bien, ¿qué tan malo es estar con dos humanos?.

Olivo: hm, demasiado malo, ahora me iré, nos vemos. —sale por una ventana—

Obsidian: ay niños, su tío está loco, no creo que sea para tanto.

Samuel: —mueve sus manitas— ai...

Obsidian: —lo mira— iremos con su mami.

Fue hasta su habitación propia, entró y encuentró a su pareja acomodando unas ropas en los cajones.

Obsidian: Yuni, los niños quieren verte.

Yuni: si, déjalos en la cuna, quiero enseñarte algo.

Obsidian: —deja a los bebés en la cuna— ¿y qué es?.

La chica se acercó a Obsidian, poniéndole un gorrito y una bufanda.

Yuni: oww, te ves muy lindo. —Junta sus manos y sonríe tiernamente—

Obsidian: mm...me estoy acalorando...

Yuni: que nena. —le quita las prendas— jeje, si un día quieres usarlos, estarán aquí. —los deja en un cajón—

Obsidian: si...oye, ¿qué tal si pasamos tiempo con Charlie?, creo que sería bueno que él y yo compartamos algo de tiempo juntos y conocernos.

Yuni: ohh, eso mismo hice con Olivo, je, me gusta la idea de que quieran hacerse más cercanos.

Obsidian: si, eso mismo, vayamos con él. —le toma la mano—

Yuni: adelantate, yo dormiré a los niños. —se acerca y le da un beso en la mejilla— te alcanzo después.

Obsidian: claro. —sale de la habitación— actúa normal, no lo eches a perder. —decía para sí mismo—

En la Sala...

Charlie: —movía las piernitas de Mika— eres mi niño precioso, te amo tanto!.

Mika: —sonreía— waah.

Obsidian: —llega— hola...el niño se ve feliz.

Charlie: es un milagro que esté tan contento. —le toma una manita al bebé— ¿verdad, hijo?.

Mika: —le saca la lenguita—

Obsidian: jmjm, Oye Charlie, ¿te gustaría aprender a hacer mi postre favorito?, esas bolitas de menta.

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