𝑴𝒚 𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒚 | 𝐉𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐘𝐍𝐀𝐑𝐃

XIII┇Bruise

Diana ajustó su moño azul en su cabello; acomodó su vestido para que no se viera arrugado, y trató de mantener una sonrisa todo el día, lo más que pudo.

Necesitaba saber quién era la muchacha de la cual Jerry estaba enamorado, ya que preguntarle a Anne no era una opción, porque lo había intentado toda la tarde, pero ella no quería decirle nada, así que ideó un plan. Llamaría la atención de Jerry e intentaría indagar en su vida privada, específicamente el tema "chicas".

Podría ser considerado manipulación, sí, pero da igual, Diana solo quería saber quién es la chica que aleja poco a poco a Jerry de ella. Desayunó tranquilamente con Anne y Marilla, pues sabía que Matthew ya se encontraba dándole de comer a las gallinas. Luego preparó su cosas para ir a la escuela, pero minutos antes de salir, ella quería ver a Jerry. Fue directamente a dónde él estaba: cepillando a los caballos.

-Bonjour, Jerry. (Buenos días, Jerry) -Dijo en francés, pues mayormente el acotaba algo dulce cuando ella le hablaba así.

Jerry dejó de cepillar Belle y la miró, este no parecía sorprendido o emocionado con su presencia, más bien, dio una corta sonrisa de cortesía.

-Bonjour, Diana.

Jerry se volteó a seguir cepillando a Belle. En ese momento, Diana frunció el ceño.

-¿Cómo están tus padres? -Inquirió tratando de llamar su atención.

Diana había conocido a los padres de Jerry hace algunos meses, luego de haber pasado la tarde y noche en su casa, después de haber fingido torcerse el tobillo.

-Ellos están bien. -Volvió a responder él sin mucha emoción.

-¿Y tus hermanos?

-Están bien.

-¿Y tú?

-Estoy bastante bien.

-¿Y los caballos?

-¿Qué se te ofrece, Diana? -Dijo Jerry ya cansado y volteando a verla.

La castaña lo miró nerviosa.

-Nada, solo quería hablar contigo... Me gusta hablar contigo.

-Pues, gracias. También es agradable hablar contigo.

Diana sonrió. -Jerry, ¿puedo hacerte una pregunta? -Jerry asintió. -¿Tú alguna vez te has enamorado de alguien?

El moreno dejó el cepillo en una mesa, dando por terminado su trabajo con Belle. Volteó a ver a Diana con un lucero brillante en sus ojos.

-Claro...

Murmuró él pensando en solo una persona.

-¿Y qué se siente estar enamorado? Digo, ¿qué sientes tú por ella?

El moreno lo pensó, aunque no era necesario que pensará demasiado para describir sus sentimientos hacia ella: estaba enamorado, eso seguro, pero ¿Qué palabras serían lo suficientemente dignas de decirse?

-Yo... Admiro mucho su forma de ser, es distinta, y hermosa, y muy inteligente. Me gusta porque no me hace sentir como un tonto. Me gusta porque ella parece tan frágil e indefensa, pero es todo lo contrario, es valiente en muchísimos sentidos. -Jerry se apoyó en la puerta baja del corralón de los caballos. -Ella tiene algo que no puedo explicar. Tal vez sean sus labios, son maravillosos, tan apetecibles. Sus ojos tienen un brillo extremo y tierno. No puedo explicar lo que siento cuando ella me mira, lo que siento es... Es... -Suspiró con dulzura. -Lo que sea que siento por ella, me gusta.

Diana escuchaba cada palabra con una sonrisa fingida, tratando de no parecer demasiado celosa.

-Ella debe ser alguien muy especial para ti. Qué afortunada.