18. Gabriela

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*Este capítulo contiene escenas de violación*

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*Este capítulo contiene escenas de violación*


GABRIELA
17 AÑOS

Liana y Pietro habían llamado a Dylan, ya que lo necesitaban por asuntos de su ascenso. Aún faltan más de cinco años para que Dylan tome su puesto como líder del ala sur, pero tiene que prepararse.

Pasamos las últimas semanas de aquí para allá juntos. No solo fueron noches en las que él me tomó y yo se lo permite o al revés. Él organizó citas en las que simplemente nos sentamos a conversar, o trajo algunos caballos para que fuéramos a cabalgar alrededor del campamento.

Incluso me ayudo con mis coreografías. Pasa tanto tiempo viendo mis bailes, qué ha empezado a ayudarme a corregir mi técnica. Está tan concentrado en mí, que ha visto lo que puedo mejorar antes que mi entrenador.

Isla sabe todo sobre nosotros, pero sospecho que Isabel, Dean e incluso sus amigos saben que tenemos algo. Aquí nadie nos juzga, ni se entromete en nuestros asuntos, así que podemos estar juntos.

Se supone que debimos esperar más tiempo para estar juntos o eso le prometí hace dos años, pero no lo resistí. De cualquier manera estamos destinados.

Despejó mi mente y camino hacia la oficina de los líderes del campamento. Foresthell es un pequeño pueblo de gente rusa. Este campamento es elitista, por lo que solo vienen hijos de gente con dinero, así que los Nikov nos reciben cada verano.

Me llamaron los líderes así que debo estar en algún tipo de problema. Son cinco: Artem, Egor, Ilya, Odessa y Uriel. Aunque Odessa apenas tiene trece años, por lo que no es líder, solo una niña más.

Subo en ascensor hasta el sexto piso y los busco sin encontrarlos. Pasan unos diez minutos y como no vienen decido irme. Espero la llegada del ascensor y cuando las puertas se abren me encuentro con los cuatro hermanos.

—Los estaba buscando —les digo mientras sonrió con inocencia para que mi castigo sea mínimo por lo que sea que haya hecho.

—Eres rápida, Milaya printsessa —no le presto mucha atención al apodo qué Uriel usa conmigo.

Él apenas tiene dieciocho, por lo que siempre ha estado un poco enamorado de mí o eso parece. Me daba chocolates y esas cosas, pero mi único tipo es Dylan.

—Iremos a comer, si quieres ver con nosotros y ya hablamos —Me dice Egor.

—Vale —me subo en el ascensor con ellos.

—Así que… —habla Artem con su marcado acento ruso—. ¿Te gusta que te den duro en cabañas oscuras, Milaya printsessa?

—¿Qué? —hago un gesto de asco.

—Lo hemos visto, nenita, tú con ese danés follando en nuestro apreciado campamento —me confronta ilya.

—Eh, lo siento, me quiero bajar ya —no tendré esta conversación con ellos. Que se joda su puritano campamento.

—No —Uriel agarra mi muñeca con fuerza—. Creí que eras una dama bien portada, con actitud de reina que merecía ser complacida. Pero ahí solo actuaste como una puta qué le encanta que le den duro.

—Suéltame, imbécil —Mi cabeza me arde cuando Egor me jala el cabello.

—No le hables así, puta —me escupe en la cara y casi vómito al instante.

Todos empiezan a tratarme como una basura y mi vida se vuelve un infierno cuando Artem detiene el ascensor.

—¡Déjenme ir! —grito.

—Grita lo que quieras, pero hoy serás nuestra printsessa —un grito histérico sale de mi garganta cuando sé que sucederá.

Con toda mi fuerza empiezo a golpear las puertas del ascensor mientras los cuatro hombres arremeten contra mí. Empiezo a llorar con toda mi fuerza mientras pataleo.

Veo borroso y no distingo quién es quién. Solo siento sus manos por todos lados, por mi rostro, por mi cuello, sobre mis senas y en mi parte íntima.

—¡Basta por favor! —les ruego entre lágrimas—. ¡No me violen! —lloro y lloro pidiendo una clemencia qué no existe.

Me botan al suelo y me golpeó tan fuerte que pierdo la fuerza. Mis lágrimas no me dejan ver, pero siento cuando sus penes empiezan a pasearse por todo mi cuerpo.

Un acto humillante y degradante qué no puedo detener.

Lloro lágrimas silenciosas hasta que empiezan a tratar de meter sus asquerosos penes en mi boca. La mantengo cerrada hasta me dan un puñetazo en el estómago qué me obliga a abrirla por el dolor.

En ese momento uno por uno empiezan a hacer felaciones. Me violan uno por uno y solo se detienen cuando empiezo a vomitar y me ahogo con el propio vómito.

Me giran de manera que no muera por el vómito y luego pierdo la conciencia.

Nunca sabré que más le hicieron a mi cuerpo. Solo sé que luego de eso cambie, no llore, porque llorar no impidió qué me violaran, solo fue un signo de debilidad.

En cambio, determiné qué me iba a vengar. Esos malditos arderían en el infierno.

Aguante durante dos semanas. Solo Isla e Isabel sabían de aquello, aunque solo les dije que lo intentaron y me vengaría de ellos.

Los Nikov iban a desaparecer de la faz de la tierra, a excepción de su hermana Odessa, ella era inocente y quién sabe si sus hermanos no le habrían hecho la misma mierda.

Cuando Dylan regreso, le pedí que me ayudara a matarlos y así lo hizo. Solo un día después de que se lo pedí, en la noche del carnaval, Dylan incendio su cabaña y ardieron para desaparecer de la faz de la tierra.

La Noche De Los Asesinos [Serie Foresthell #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora