OMNISCIENTE.
La pelinegra se aferra al helado cuerpo de Nor como si su vida dependiera de ello, esta asustada sabe que nunca debio de haber vuelto al almacén pero aún así se dejó influenciar por algunas personas y ahora esta envuelta en toda esta situación.
Las convulsiones volvieron a golpear el cuerpo de la rubia y ella solo quiere llorar porque no sabe cómo ayudar a Nor, no sabe si tenerla envuelta de esa manera le causaría más daño o si debe de ejecutar alguna maniobra en específico.
La situación solo empeoraba cada vez más, ruidos empezaron a escucharse desde fuera de la habitación y eso desconcertó a todos las personas encerradas en el almacén ¿Qué son esos ruidos que se escuchan ahí fuera? El silencio reino en todo el lugar y cada persona dentro del almacén intentaba reconocer el procedente de los fuertes ruidos que entraban al almacén.
Depronto unos fuertes golpes empezaron a azotar la puerta, es como si alguien estuviera intentando derrumbarla, el miedo inundó el lugar y muchas preguntas surgieron de repente ¿Se dieron cuenta de nuestro lugar de encuentro? ¿Nos castigarán? ¿Qué pasará con nosotros cuando abran la puerta?; No tenían más opción que esperar.
EZRA
Un tic en mi ojo izquierdo les avisa a todos en la habitación el claro estrés y enojó con el que cargo en este momento, y es que todas las cosas están saliendo de mal en peor apesar que muchos de mis grupos de combate y orden están en campo en este momento aún no han logrado limpiar el camino.
Y aquí es donde me preguntó ¿Qué tan difícil puede ser quitar a ese grupo de parías? Teniendo en cuenta que las parias no tienen armas solo usan sus cuerpos y nosotros tenemos varias armas que nos dan una clara ventaja, pero eso parece no servir de nada hoy.
-Voy a ir -Anuncie a los presentes en la sala de juntas.
-No puedes Ezra, te necesitamos aquí para mantener la calma de los esbirros -Contestó Manuel, un viejo peruano que en su momento fue un importante político en su país, pero aquí no es nada y él parece no entenderlo.
-¿En que momento te pedí autorización? -Lo analicé físicamente dándole un recordatorio de lo poca cosa que es a mi lado -Y no llames esbirros a mi pueblo -Ignorando las quejas me moví directo a observar las pantallas y ver qué tan mal va la cosa.
-Señor -Hablo Cameron un joven prodigio que hace parte de mi equipo técnico -El grupo blanco ha llegado, pero no alcanzaron a llegar todos, de los seis equipos que partieron llegaron solo 4, los dos faltantes aún están en camino -Me informó mientras revisaba la tableta en sus manos.
-Bien -Contesté, está vez me dirigí hacia Isaac el líder del equipo técnico -Que se unan a los demás grupos y terminen con esto rápido, comunicales al último equipo el tiempo que les queda para su llegada -Camine de vuelta a la mesa redonda, donde los antiguos peces gordos conversan con tranquilidad.
Me limité solo a observar a cada persona en la mesa, viéndoles con pena y desagrado sabiendo que más temprano que tarde les va a llegar su final y yo me voy a gozar cada minuto de sufrimiento que vivan esta bola de corruptos que yacen en mi mesa.
Recosté mi espalda en el respaldo de mi silla, desabroche unos cuantos botones de mi camisa y afloje la corbata, siento cómo el aire me empieza a faltar y la poca paciencia que quedaba en mi empieza a desaparecer.
-Señor -La voz de Cameron me sobresalto -Llego el último equipo y la situación en la compuerta dos ya está controlada y no queda ninguna paria, solicitamos su autorización para enviar al equipo de reparación.
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Exterminio [Saga NK64]
Science FictionLa soledad que en la ciudad habitaba no se comparaba con la soledad de mi alma, caminar por las calles y no ver a nadie no era tan doloroso como saber que en algún momento yo moriría y nadie lo sabría, nadie lloraría por la falta de mi presencia en...