Murió y no pude hacer nada, vi como la máquina que marcaba sus signos vitales dejaba de marcar cada latido y se convertía en una línea recta, su piel que en un inicio había sido amarillenta termino siendo completamente roja y llena de ronchas, sus uñas cayeron de sus dedos y las venas se marcaban de un color violeta casi negro.
Lloré, pero no sé porque lo hice, ¿Lloré por qué no pude decirle gracias o por qué en mi interior cargaba la culpa de su muerte?.
Pasaron los tres días que debía de estar en descontaminación y cuando salí todos me señalaron, nadie deseaba acercarse a mi, todos me culpaban por lo sucedido en el almacén apesar de que el coronel aclaro más de una vez la razón de lo sucedido, todos en el búnker parecen querer tener una razón para descargar su frustración por la perdida de sus parientes.
Y yo apesar de saber que no tuve nada que ver con el daño de las compuertas me sentí culpable de ser la única sobreviviente.
Me refugié en una burbuja de un dolor y una culpa que no me corresponden, camine como un fantasma alrededor de todas las áreas habilitadas, la gran mayoría de áreas aún están cerradas ya que no se ha dado por terminada la reparación de los daños posteriores al ataque que tuvimos hace unos días.
Me deje llevar por mis piernas y volví al cuarto de Catrina, la vi postrada en su cama está vez con más máquinas conectadas a su cuerpo, está más delgada y pálida que la última vez, desde mi posición puedo ver los huesos de sus brazos.
Me surgió una nueva pregunta y con ella una nueva preocupación ¿Va a morir?. Los hermosos ojos de Catrina dieron con los míos, en su mirada pude ver que lograba deducir lo que pasaba por mi mente; con un pesado movimiento vi como me hizo un gesto para que me acercara a la camilla.
-Hola -Le saludé en un susurró.
No puede hablar, tiene algo conectado a su cuello, en algún momento llegué a ver algo similar a esto en el pasado, pero justo ahora no logro recordar qué es. Movió su cabeza cerrando sus ojos, lo tome como su manera de contestar a mi saludo.
-Me gustaría preguntarte cómo estás, pero creo que la respuesta es muy evidente -Intenté sonreír y darle un poco de confort, pero solo pude crear una mueca extraña.
Todo se sintió silencioso por un momento como si el mundo se volviera mudo, el tiempo se tornó lento y todo alrededor dio vueltas, pero no me sentí mareada, solo sentí que todo se alejaba como si por un momento volviera a ser solo yo en la vida, de golpe todo volvió a la normalidad y me sentí aturdida, gire mi cabeza hacia Catrina y ella me veía con la duda marcada en su rostro.
No pude contener más la pregunta que quemaba en mi garganta.
-¿Vas a morir? -Pregunté sin ningún tapujo, la vi asentir lentamente mientras sus ojitos parpadeaban con una tortuosa lentitud -¿Por qué? -Pregunté sin pararme a pensar en la estúpida pregunta que salió de mi boca -Lo siento no quise ser imprudente.
Sentí un espantoso dolor en mi cráneo, agarre mi cabeza con ambas manos intentando aminorar el dolor haciendo presión, pero el dolor solo aumenta, todo se siente como en una película, se ve borroso y se escucha un horrible zumbido en mis oídos, mi peso le ganó a la silla y caí al piso, de repente todo se volvió Negro.
Cortas imágenes borrosas pasaron frente a mis ojos, vi la camilla, el tacho rojo de basura, la silla volcada frente a mi y luego ya no vi nada.
Abrí mis ojos, mi cuerpo se sentía adolorido y mis labios secos, mire desorientada a mi alrededor y no tarde en darme cuenta de donde estoy, intenté levantarme rápido pero la pesadez de mi cuerpo me devolvió a mi Lugar, levanté mi cabeza buscando a Catrina, quizás la asusté con lo que me había pasado, suavemente intentando no caer de nuevo me levanté apoyándome de la pared que estaba a mi espalda.
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Exterminio [Saga NK64]
Science FictionLa soledad que en la ciudad habitaba no se comparaba con la soledad de mi alma, caminar por las calles y no ver a nadie no era tan doloroso como saber que en algún momento yo moriría y nadie lo sabría, nadie lloraría por la falta de mi presencia en...