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Marzo 24, 2019.

Camila estaba en su dormitorio junto con Leonor, ambas estaban estudiando. Sentadas cada una en sus respectivas camas, Leonor estaba concentrada mientras Camila dibujaba en el aire, tenía la voz de su amiga de fondo recordando los azules de Luke.

En cuanto a las formas de gobierno —leyó en voz alta Leonor— se puede adoptar el estado o la polis, el discípulo de Platón distingue la monarquía, la aristocracia y la democracia como regímenes puros, los cuales, mediantes procesos degenerativos, se convierten respectivamente en tiranía, oligarquía y demagogia...

—¿Te has sentido como la más idiota del mundo? —Dijo Camila, interrumpiendo a Leonor.

—¿Perdón?

—¿Alguna vez te has planteado que puedes ser extremadamente imbécil?  

—¿De qué hablas? —Alzó la mirada hacia su amiga.

—Es que... Soy una completa estúpida. —Tenía una mirada perdida.

Leonor cerró su libro y lo dejó a un lado, sin entender mucho de lo que estaba pasando.

—Camila, ¿de qué estás hablando?

—Me acosté con alguien.

—¿Y qué tiene de malo?

—Solo quería experimentar, pero ahora pienso que no tuve que hacerlo.

—¿Por qué? ¿Qué pasó?

—No sé qué pasará cuando Calum se entere...

—Camila, déjate de rodeos, cuéntame las cosas como son.

—Ya pues, me acosté con alguien... —continuó— Ambos queríamos y... Fue tan delicado conmigo, tierno de cierta manera. Me hizo sentir como nunca pense que podría ser... Esperaba que fuera diferente pero realmente me gustó estar a su lado... Es una completa tontería porque solo será sexo pero, él... Él fue... No sé, él y esto, él, nosotros, no dejo de pensar en él... Y tengo mucho miedo de que Calum llegué a enterarse. No sé que haré si Calum se entera.

—Chica, yo no veo el problema. Calum y tú son amigos, solo eso.

—Leonor, ¿Hablamos del mismo Calum? Somos amigos, lo entiendo, lo obligue a tener una amistad... Calum no me gusta y no te pienso decir que estoy enamorada del otro chico, solo que... Le falle a nuestra amistad de una forma que jamás tuve que fallarle y va más allá de un acoston, va más allá de romper un contrato, le falle aquí, Leonor —se tocó el pecho—... le estoy fallando aquí.

—Camila, no te preocupes por Calum, él debe entender que tú tienes tu propio derecho de experimentar, sabe bien que ustedes no son nada. Además, si lo hiciste porque querías, no hay de que preocuparse.

—No me entiendes...

—Si lo hago, dime ¿Que es eso que te aqueja tanto?

—Que lo voy a matar cuando él se entere.

—Se honesta conmigo, Camila, ¿Es que tú amas a Calum?

—¡No, no es eso!

—¿Entonces?

—Solo no quiero romperle el corazón.

—No creo que él se moleste porque tengas sexo.

—¿No se va a molestar? —preguntó incrédula— No será nada grato para él enterarse que estuve con alguien. Aún sin ser nada, creo que él me ha respetado y es eso lo que me cala porque no pude hacer lo mismo.

—¡Anda ya, Cami! No seas ingenua. —volteó a verla— ¿Realmente piensas que cuando estuvo en Brasil no paso la noche con alguna chica? ¿O que no se ha liado con nadie en la escuela?

La Ley de Camila Donde viven las historias. Descúbrelo ahora