Pretty Girl |Rivers Y Tú| ~TERMINADA~

Capítulo 47: Y si...

POV'S VALENTINA
10:03 a.m

Ya llevaba unas cuantas horas despierta, había limpiado un poco, saqué a Viernes a pasear, hice mi desayuno y ahora veía una de mis series favoritas con Viernes dormido en mis piernas.

Samy no acostumbraba a despertarse temprano después de pasar el jet lag y mucho menos si antes había tomado.
Sí, ayer celebramos el pase directo de Pio a cuartos en una cena junto a Juan y los demás presidentes.
Según lo que Rivers me había dicho, si lográbamos llegar a la final Osvaldo, Sebastián, Alex, Ari, Ama y los demás vendrían a apoyarnos, eso me hacía feliz.

Gracias a mi novia había logrado conocer a personas increíbles y sabía que ellos estarían para ella sin importar la situación.

Viernes se movió un poco para después ladrar despacio, estaba soñando.

—— Que mono que eres, joder. —— Le susurré a mi mascota mientras acariciaba lentamente su cabeza. Una notificación en mi móvil tomó toda mi atención. Pausé la serie que estaba viendo para después tomar mi móvil entre mis manos. Antes de que pudiese ver qué era, un grito desde mi habitación me asustó, al igual que Viernes que se despertó y corrió hacia allí, yo iba tras de él. —— ¿Samy? —— Dije a penas entré en la habitación. —— ¿Dónde estás? —— Pregunté al aire sin obtener respuesta.

Entré al cuarto de baño de mi habitación, pensando en que se podría haber caído y golpeado pero no estaba allí.

—— ¡Bu! —— Gritó tras de mi.
—— ¡Me cago en tu puta madre, Samantha! —— Grité casi que al mismo tiempo. —— ¡Ostia puta que susto me has dado! —— Le dije mientras me giraba. Ella solo se reía. Viernes también se había asustado, corrió fuera del cuarto de baño a los brazos de mi novia que estaba sentada en la cama. —— Que a mi no me hace puta gracia. —— Le dije mientras me acercaba a ella.
—— Pues a mi sí, ¿cómo la ves? —— Me senté a su lado. Viernes mordía suavemente uno de los dedos de mi novia.
—— Y tú me has dejado toda vendida. —— Le hablé a mi perro haciendo que mi novia riera nuevamente.
—— Sí, wey, pinche Viernes. —— Viernes ladró y nosotras reímos. —— Como entiende todo el cabrón, es impresionante, amor. —— Yo asentí.
—— A veces me da miedo. —— Confesé, ella sonrió mientras acariciaba la cabeza de Viernes. —— Da igual, ¿hoy prendes? —— Le pregunté mientras me levantaba.
—— Sí. —— Me respondió. —— ¿Por qué o qué? —— Preguntó mientras me seguía.
—— Es que siento que me hace falta un poco de sol, ¿no crees? —— La miré mientras rodeaba la isla de la cocina. Ella alzó sus cejas y una pequeña sonrisa se formaba en su rostro. —— ¿No? —— Volví a preguntarle al ver como mi novia no me respondía, solo mordía lentamente su labio inferior mientras se apoyaba en la isla.
—— Eh, sí, sí, eso. —— Reí. —— Deberías ir todas las veces que quieras para que te broncees. —— Me respondió emocionada.
—— ¿Como que debería ir? ¿quieres que vaya yo sola? —— Le pregunté, ella negó rápidamente mientras me ayudaba a sacar la pasta que haríamos para comer.
—— ¿Y perder la oportunidad de verte en traje de baño? —— La miré un poco sorprendida y ella estaba sonrojada. —— Eso no va a pasar, amor. —— Reí.
—— Que guapa te ves sonrojada. —— Le dije para intentar tranquilizarla, al verla inquieta mientras intentaba encender la llama de la cocina.
—— ¡Ya, pendeja! ¡Me chiveas! —— Dijo escondiendo su rostro entre sus manos.
—— Me gusta chivearte. —— Le dije mientras me acercaba a ella. Tomé sus manos y las retiré de su rostro, ella sonrió.
—— No me mires así. —— Me dijo. Yo sonreí.
—— ¿Por qué? —— Le pregunté, pero antes de que ella pudiese responderme, hablé. —— Va, lo siento, pon la pasta en el agua. —— Ella asintió mientras me alejaba para buscar otros ingredientes. Cuando me giré la vi apunto de romper la pasta en dos. —— ¡No! —— Dije un poco fuerte mientras me acercaba a ella. —— ¡Samy! —— Repetí de la misma manera.
—— ¿Qué pasó? —— Me preguntó asustada. Yo puse mis manos sobre las suyas mientras reía por haberla asustado. —— Me asustaste, puñetas.
—— No se rompe la pasta, chiqui. —— Esta vez lo dije con suavidad.
—— ¡Pues avísame, pendeja! ¡No me grites! —— Me regañó antes de darme una colleja.
—— Lo siento. —— Reí.