Bebé leopardo de las nieves de la familia de las panteras negras

✨Capítulo 16✨

—¡Señorita! ¿Prefiere el color rosa o amarillo? ¡Ah! ¡Incluso hay uno morado!

—¿Qué tipo de material prefiere para las cortinas? ¿Le gustaría cortinas con encajes de fantasía o cortinas sencillas de gasa?

—Uhm, y-yo...

Thiel abrió los ojos de par en par en medio de las doncellas que le hacía preguntas frenéticas y apretó con fuerza la manga de Leah.

«¿Qué significa esto?»

Después de despertar tarde, desayunó un panecillo caliente junto con una taza de cacao tibio y algo de fruta. Luego de terminar se encontraba descansando entre los brazos de Leah, pero de repente las doncellas llegaron diciendo "decoraremos la habitación perfecta" y comenzaron a lanzar una pregunta tras otra.

Estaba agradecida por la voluntad de querer decorar una habitación bonita, pero era un poco agobiante para Thiel porque era tímida.

«Además, ni siquiera sé lo que me gusta...»

Era natural porque a Thiel solo le dieron la ropa vieja de Rowen, la habitación en la que vivía era un ático lleno de ratas y la comida que ingería era siempre sopa fría o pan duro.

Habiendo crecido en Nestian, naturalmente se sorprendió cuando le preguntaron cuál era su comida favorita o los colores que le gustaban.

Thiel entró en pánico, incapaz de responder o, en todo caso, de ignorar la pregunta, y miró a Leah en busca de ayuda.

Leah se percató de la señal de auxilio de Thiel, así que estaba a punto de decirle a las doncellas que se retiraran, pero de repente alguien tocó la puerta.

Las cabezas de las doncellas, que habían estado mirando a Thiel, se giraron hacia la puerta al mismo tiempo.

La puerta se abrió y la que entró fue Sofía, la jefa de doncellas de la mansión Asterian.

—Les dije que no se juntaran así porque la señorita es muy tímida, pero simplemente no me escuchan.

Sofía chasqueó la lengua y miró a las doncellas.

Las doncellas se miraron entre sí con expresiones avergonzadas, luego retrocedieron un paso mientras sonreían levemente.

Thiel miró a Sofía e inclinó la cabeza a modo de saludo.

—Hola...

—Buen día, señorita Thiel. Soy Sofía, la jefa de doncellas de esta mansión.

La aguda mirada de Sofía se deslizó a la pequeña mano de Thiel, que apretaba la manga de Leah.

En un breve espacio de tiempo, Sofía se dio cuenta de que Thiel estaba muy alterada por la repentina aparición de las doncellas.

—Perdone a estas niñas por su descortesía, señorita. Parece que estaban muy emocionadas por decorar la habitación de la señorita.

Tras escuchar las palabras de Sofía, las doncellas inclinaron la cabeza.

Sofía miró a las doncellas, que inclinaban la cabeza, y luego miró a Thiel con una sonrisa.

—Todos en la mansión están emocionados por la llegada de la señorita. Aunque todo en la mansión sea desconocido e incómodo, por favor, tenga paciencia.

El nerviosismo de Thiel se disipó por la amable voz de Sofía.

—Sí, Sofía. No pensé que fueran groseras. Me alegró que me preguntaran sobre el color que me gusta, es solo que... —respondió Thiel con las mejillas sonrojadas y desvió la mirada—. Y-Yo no sé qué color me gusta...