✨Capítulo 29✨

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Las cuatro personas cruzaron la mansión en un instante y llegaron a la habitación de Thiel.

Leah, que deambulaba por el pasillo, los siguió con mirada confundida cuando Cassius apareció con Thiel en brazos.

—Ah, señorita. D-Dios mío...

—Solo se quedó dormida por el cansancio. ¿Dónde está el médico?

Cassius recostó a Thiel en la cama.

—No tardará en llegar. ¿La señorita está realmente bien...? —preguntó Leah con preocupación.

Cassius asintió.

—Está bien. Que el médico compruebe la condición de Thiel, e infórmame de inmediato si algo sucede.

Leah asintió ante la orden de Cassius.

Cassius miró a la pequeña Thiel dormida durante un rato y caminó al exterior de la habitación, donde Alpiers lo esperaba.

Alpiers y Cassius cruzaron lentamente el pasillo para dirigirse a la oficina de la familia Asterian.

—Debemos recibir el certificado de paternidad del Templo mañana mismo. Solo de esa forma podremos proteger a Thiel con el nombre de Asterian —dijo Alpiers.

Cassius asintió.

—Sí. La situación no será buena.

La situación ciertamente no se veía bien porque se sabía que la niña tenía la habilidad de la luz, mientras que la confirmación de la prueba de paternidad de Thiel aún no había sido debidamente confirmada.

—Mañana mismo mandaré una carta al Templo solicitando el resultado de la prueba de paternidad —dijo Cassius.

—El Templo ya debe haber notado la identidad de la luz. No podemos descartar la posibilidad de que intenten manipular los resultados de la prueba de paternidad.

—Si manipulan el resultado de la prueba, no hay forma de averiguarlo.

Cassius tenía razón.

La prueba de paternidad del Templo se llevaba a cabo por el Sumo Sacerdote o un vicario*, sumergiendo una parte del cabello en agua bendita especial.

(*Vicario: persona que ayuda o sustituye a alguien en sus funciones.)

Si el parentesco coincidía, el agua bendita se volvía azul, de lo contrario el agua permanecía del mismo color. Sin embargo, los resultados de la prueba padre-hijo podrían manipularse tanto como se quisiera.

—¿Por qué no solicitar una nueva prueba?

—No querrán hacerlo.

Cassius inclinó la cabeza con una sonrisa irónica ante las palabras de Alpiers.

Solo el Papa o un vicario suyo podían realizar una prueba de paternidad. Por lo tanto, si el Papa o el vicario se negaran a realizar otro examen, no habría nada que se pudiera hacer.

Definitivamente era una situación preocupante, pero no era completamente imposible de resolver.

—No pasa nada. Hay alguien que puede resolver este problema —respondió Alpiers con calma.

—Eso es bueno.

Cassius hizo una pausa por un momento, y los sirvientes entraron a la oficina para servir té y café.

El café fue colocado delante de Cassius y el té caliente delante de Alpiers. No hubo bocadillos servidos porque a ninguno de los dos les gustaban los dulces.

Bebé leopardo de las nieves de la familia de las panteras negrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora