Como nací siendo una híbrida y mi abuelo materno abusó de mí porque era una niña inútil que no heredó ninguna habilidad de la familia de mi padre o madre, y finalmente terminé muriendo. Por alguna razón regresé al pasado con mis recuerdos, pero mis...
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A Ferdi Asterian no le gustó la repentina aparición de una hermana menor.
No le agradaba la forma en que, a pesar de que los resultados de la prueba de paternidad aún no fueron recibidos, se armaba tanto alboroto como si la niña realmente fuera hija de Asterian y su hermana menor. Por supuesto, su apariencia única con el cabello blanco de la familia de los leopardos de las nieves y los ojos dorados de la familia de las panteras negras servían como buena evidencia para demostrar que era la hija de Cassius y Lena, incluso sin una prueba de paternidad.
«¿No es algo que puede ser manipulado con poder divino?»
Además, una niña con una mezcla tan apropiada y perfecta de los rasgos de ambas familias, ¿no es como si alguien deliberadamente la hubiera creado para ser la "hija de Cassius y Lena"? Por esa razón Ferdi desconfiaba de Thiel.
Pensaba seguir desconfiando al menos hasta conocer los resultados de la prueba de paternidad.
Tenía que mantenerse alerta y razonar porque todos los miembros de la familia Asterian, incluido el estúpido y torpe Ludian, se obsesionaron con el aspecto de la niña y renunciaron a la razón.
«Y... ¿Cómo puede ser tan pequeña?»
Thiel era tan increíblemente pequeña que costaba creer que tuviera la sangre de la familia Asterian. Esto mismo alimentó aún más las sospechas de Ferdi.
A diferencia de ellos, Thiel tenía la piel blanca, ojos grandes, manos sumamente pequeñas y una diminuta boca que se retorcía...
Ciertamente a Ferdi le molestaba mucho seguir mirándola.
¿Originalmente todas las hermanas pequeñas eran así de curiosas...? Además...
—¿Qué harás si a la pequeña se le revuelve el estómago?
Su padre, Cassius, de repente mostraba un lado cariñoso.
—Thiel, ¿la comida se adapta a tu gusto?
Le molestó aún más el comportamiento de Alpiers, quien sonreía como si se estuviera muriendo por la ternura de su nieta.
A Ferdi no le gustaba en nada la situación hasta el punto de que se sintió como un idiota por haberse apresurado a llegar a la mansión cuando escuchó que estaba viva la hermana a la que creía muerta.
