Sobresaltada por el sonido procedente del otro lado de la puerta, Thiel se encogió en su sitio.
El temblor de sus hombros era visible a simple vista.
—Escóndete por un minuto. ¿Puedes cambiar de forma? —preguntó Ian, agarrando los pequeños hombros de Thiel.
Thiel asintió temblorosamente.
—Entonces, escóndete. Métete debajo de la cama —murmuró Ian para que las personas de afuera no pudieran escucharlo.
Thiel retrocedió temblando y dejó sobre el suelo la manta que estuvo sosteniendo, luego rápidamente bajo un resplandor desapareció sin dejar rastro y solo quedó un pequeño leopardo.
—Rápido —susurró Ian.
El pequeño leopardo mordió la vieja manta que estaba sobre el piso y se escondió debajo de la cama.
Como Thiel estaba nerviosa, se olvidó de ocultar su cola debajo de la cama.
Ian, que se dio cuenta de la cola sobresaliente, corrió rápidamente y la cubrió con las sábanas. Por fuera parecía como si las sábanas estuvieran desordenadas debido a sus malos hábitos de dormir.
Ian acomodó su pijama arrugado y se dirigió a la puerta.
*Kiir*
Ian frunció el ceño al ver a la persona parada frente a su puerta entreabierta.
—Cédric Yovino.
Cuando Ian lo llamó por su nombre, el hombre inclinó ligeramente la cabeza en lugar de responder.
—¿Qué haces aquí a estas horas de la noche?
Tras mirar a su alrededor, Ian presionó a Cédric cuando estuvo seguro de que no había nadie cerca.
—Perdone mi rudeza, Su Alteza —murmuró Cédric lo suficientemente bajo para que solo Ian pudiera escucharlo.
La razón por la que Cédric e Ian estuvieran siendo tan cuidadosos era porque Ian no estaba visitando la mansión Nestian como el Príncipe Heredero.
Iandros Krasion estaba encubierto por la orden de "Deberías elegir a una prometida" que se le fue dada por Su Majestad el Emperador.
Y, siguiendo la orden de Su Majestad sobre ver las cualidades de las candidatas a prometida, tenía la intención de regresar en silencio al Palacio Imperial. Claro, esa era su intención hasta que una pequeña leoparda de las nieves irrumpió en su habitación.
«Es demasiado tarde para irme en silencio.»
Ian suspiró y dejó entrar a Cédric a su habitación porque todos los sirvientes de la mansión estaban reunidos en la entrada del anexo mientras miraban hacia adentro.
Si atrapaban a Cédric llamando "Su Alteza" a Ian, las cosas se complicarían.
—Di lo que quieras y vete —dijo Ian con brusquedad.
Cédric inclinó la cabeza.
—Se dice que una sirvienta de la mansión ha escapado.
—¿Sirvienta?
—Sí, una joven sirvienta. Su mente es inestable y escapó del caballero que la cuidaba. Los sirvientes la vieron correr hacia el anexo.
Ian rió amargamente.
El cabello de la niña era blanco como la nieve, lo que era símbolo de los leopardos de las nieves, pero, ¿dicen que es una joven sirvienta loca?
No sabía qué situaciones tuvo que vivir en la mansión, pero Ian, pensando que su condición no era buena, frunció el ceño.
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Bebé leopardo de las nieves de la familia de las panteras negras
De TodoComo nací siendo una híbrida y mi abuelo materno abusó de mí porque era una niña inútil que no heredó ninguna habilidad de la familia de mi padre o madre, y finalmente terminé muriendo. Por alguna razón regresé al pasado con mis recuerdos, pero mis...