✨Capítulo 40✨

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—Thiel...

Ian, quien chocó contra Thiel, la empujó levemente.

—Oh, lo siento, pero de repente recordé algo...

Thiel sonrió tímidamente y miró a su alrededor.

Las doncellas que seguían a Thiel e Ian parecían sorprendidas.

—¿Pueden quedarse aquí por un momento? El Maestro Ian y yo tenemos algo de lo que hablar a solas.

Cuando las doncellas asintieron con la cabeza, Thiel apretó ligeramente la mano de Ian y lo guió hacia la esquina del pasillo.

Ian parecía no entender nada, pero se dejó conducir por Thiel.

—¿Por qué hablamos aquí en lugar de hablar en el salón de recepción?

—Mis hermanos mayores están esperando en el salón de recepción.

—Oh.

Ian se preguntaba por qué no había visto a las sobreprotectoras panteras negras que siempre lo vigilaban cuando estaba con Thiel, pero al parecer estaban esperando.

Ian esbozó una sonrisa.

Thiel volvió a mirar a su alrededor y, después de asegurarse de que no había nadie cerca, le hizo una seña con la mano a Ian.

—La oreja...

—Pides muchas cosas.

Ian se quejó, pero no rechazó la solicitud y se inclinó para acercar su oído a la boca de Thiel.

—Uhm, Maestro Ian... ¿Podría ser que... este teniendo problemas?

—¿...?

Ian frunció el ceño por el desconcierto.

—Escuché de mi padre que este año no celebrará un banquete por su cumpleaños...

Ian miró a Thiel con una expresión sutil.

«Entonces, cuando escuchó que no celebraría un banquete de cumpleaños, me llamó en secreto porque pensó que estaba en problemas.»

Incluso alejó a las doncellas que estaban cerca.

—Pequeña Thiel, ¿me ves como el tipo de persona que simplemente cancelaría un banquete de cumpleaños solo porque estoy pasando por un momento difícil?

Cuando Ian terminó de hablar, Thiel negó con la cabeza.

—Bueno, no...

—La cancelación de mi banquete de cumpleaños estaba prevista desde hacía tiempo. No se canceló porque me pasara algo.

—Ya veo... Pensé que algo le había sucedido al Maestro Ian.

—¿Estabas preocupada?

Ante la pregunta de Ian, Thiel apretó levemente su mano.

La mano de Ian, que era mucho más grande y ancha, estaba en la pequeña mano de Thiel.

—Estaba preocupada, ¡porque el Maestro Ian es mi benefactor!

—No necesito una fiesta de cumpleaños. Llorar por no tener una fiesta es una tontería.

Ian sonrió amargamente.

Thiel miró a Ian y pensó por un momento.

—Entonces, ¿qué tal si pasas tu cumpleaños en la Mansión Asterian? Estoy segura que mis hermanos y mi padre se pondrán muy contentos.

—¿En la mansión Asterian?

—Sí. Yo, el Maestro Ian, el hermano Ferdi y el hermano Ludian...

Después de pensar por un momento, Ian apretó suavemente la mano de Thiel.

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Bebé leopardo de las nieves de la familia de las panteras negrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora