BEBÉ CONSENTIDO

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La noche había caído sobre el día, de igual manera, las responsabilidades laborales habían caído sobre la jornada de trabajo. Los dos matrimonios, Kim y Min, estaban en casa. Ansiosos, nerviosos y cansados.

Había sido el primer día de Minnie junto a una niñera completamente extraña a su entorno seguro. ¿Habrá sido tan malo?. ¿Sony estaría a punto de renunciar?. ¿Su bebito los recibiría con llantos y demandas de mimos?.

Todo podía pasar al cruzar la puerta, el apocalipsis familiar o el suplicio de un paraíso tranquilo.

Deshaciéndose de sacos y chaquetas, portafolios y zapatos, caminaron a la sala en espera de encontrar algo. Ya era muy tarde pero consideraban una gran posibilidad, un bebé lloronsito e irritado negandose a dormir en espera de sus cuidadores.

Nada.

Estaba silencioso y vacío. El personal de la casa debía estar ya en sus hogares a esas horas y Yeyé metida en su habitación.

-Todo muy tranquilo- dijo Hoseok.

Mentiría si dijera que no esperaba algo de pronto.

Y ese algo fueron las pisadas desde la punta de las escaleras. De allí descendía Sony, traía consigo el monitor y una mamila vacía.

Se le quedaron mirando en expectación y ella, sin prisas, se acercó a los cuatro hombres para reverenciar suavemente.

-Buena noche- saludó.

-Hola Sony.

-Buena noche.

Cada uno le saludó.

-¿Cómo se portó Minnie?- Namjoon preguntó de a una, podía disimular por fuera su interés sobre humano, pero estando ya en casa, la burla se acababa.

-Muy bien señor Kim.

-¿En serio?.

-Si-, asintió. -Para ser el primer día no estuvo nada mal. Nos entendimos perfectamente.

-¿Lloró?- Jin preguntó con cierto deje de sorpresa.

-Naturalmente para su edad, no pasó más allá de irritabilidad por el sueño o el pañal. Ahora mismo está en su habitación, se a quedado dormido hace una hora.

-Que grato escuchar eso- Hoseok habló. -Muchas gracias Sony, puedes irte, mañana a las nueve por favor.

-Con permiso- Sony le tendió el monitor y el biberón a Jin.

Y la chica se fue.

Los cuatro hombres se quedaron más tranquilos de lo esperado. Quizás todo esto de la niñera si había sido una excelente idea que se podría aplasar mucho más.

Tras ir por un jugo, Yoongi subió a su habitación, dónde Hoseok ya se encontraba preparando la cama.

Era tardísimo y solo querían dormir, descansar un rato hasta que la mañana volviera a recordarle que el dinero no se hacía solo.

Las sábanas, el colchón, las almohadas, el espacio en general se sentían ligeros. Cómo un bálsamos para sus músculos tensos. Yoongi se metió en la cama. A su lado, Hoseok mantenía el monitor en sus manos, veía por la pequeñita pantalla, el cuerpo de su bebé todo desparramado, con la cobija enredada en él y Qui entes sus brazos bien tomada.

Inevitablemente, Hoseok le enseñó el monitor a su esposo.

-Amore, míralo, está durmiendo.

Yoongi vio aquella imagen con la misma sensación de cariño y anhelo que su marido.

-Fue más fácil de lo esperado, ¿no crees?- dijo con una leve sonrisa.

-Lastima que no pudimos darle las buenas noches- suspiró y dejó el aparato a un lado, en el buró.

OJITOS MIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora