Editado.
Nuevo material.Al fin era sábado, para muchos significaba día de descanso o por lo menos de menos trabajo, para otros, solo un día más y para Jimin, todas las anteriores.
Él no se quejaba, de verdad que no lo hacía, perfectamente entendido tenía que hacerlo era inútil y maleducado además que no existía con quién hacerlo, era posible que siquiera conociera lo que era la queja, por eso como anteriores veces y al igual que en esas veces, estaba cuidando al hijo de la señora Lee suplicando al cielo porque ese pingo endemoniado dejara de ser tan atrevido e hiperactivo.
El demonio en cuerpo de niño tenía diez años, si, diez años de travesuras, diez años aprendiendo a molestar, diez años para ser cruel cada día más y Jimin desafortunadamente era el conejillo de indias dónde despotricar sus maldades.
-Sigueme tonto- retó buslesco, el niño estaba parado en el pasillo hacia la sala.
-E-espera- pidió del otro lado, estaba cansado de corretearle.
-E, e, e-esperame- arremedó con diversión, luego un moín desagradable-. Que tortuga.
Y de nueva cuenta, las piernas del niño dieron rienda suelta para escapar.
Jimin ya no podía seguir así, ¿cómo es que ese niño con piernas tan cortas podía ser tan veloz?. ¿Cómo en ese cuerpito tan blandengue cabía tanta energía mal desembocada?. Dió un suspiro más, antes de lanzarse a buscar al diablillo que desde la mañana cuidaba.
Casos como estos, prefería mil veces ir a esos restaurantes elegante y soportar las miradas juzgonas de la gente adinerada.
Buscó en la cocina y no estaba, bajo la mesa tampoco y menos entre los sillones o tras cortinas. No pudo haber ido a las habitaciones porque de allá venían así que solo quedaba un solo lugar...
-Soo, sal, sal de donde sea- los pasos fueron aminorando ritmo hasta hacerse acompasados con el miedo. Llevó una mano a su boca para morder las uñas larguitas que tenían sus dedos y constantemente daba vistazos a su alrededor- ¿Don-dónde estás?- pero no hubo respuesta, entonces solo quedó revisar el closet de la limpieza, aquel que tantos escalofríos daba. - Y-yo, no quiero e-entrar ahí Soo.
A pesar de mostrar su negativa el silencio le obligó a girar la perrilla dorada e impulsar de a poco la puerta, un chirrido espantoso acribilló sus oídos y la oscuridad le dió la bienvenida al asustadizo chico que lentamente se escabullía dentro.
Estaba en medio de aquel pequeñito cuarto de apenas dos metros de ancho pero que gracias a las incontables cosas arrumbadas ahí, se hacía más angosto.
¡Pam!
El sonoro golpe tras Jimin le hizo brincar con el miedo tomando control en él. Cuando volteó a ver, su más grande temor de todos los tiempos se había hecho real.
La puerta estaba cerrada y él dentro del oscuro, angosto, polvoriento e infestado de arañas e insectos que era el closet. El seguro lo mantuvo preso.
-¡Saquenme de aquí!- se apresuró a gritar desde su lugar. - ¡Soo! ¡Soobin!. A-ayuda.
Desde hace tantos años que no se sentía tan débil, tan vulnerable, tan tan... niño.
El terror y el pánico comenzaron a hacer estragos en su persona, los ojos se nublaron por las imponentes lágrimas que ardieron sus ojos, su nariz pareció taponada aunque era un nuevo ataque de pánico a punto de explotar y algo tibio se deslizó por sus piernas, un hilo líquido que le hacía sentirse miserable pero que ante su pánico no estaba dando existencia al hecho. Tras su respiración descoordinada y errática, lo siguiente que se escuchó con más potencia fue la risa maldosa de Soo tras el otro lado.

ESTÁS LEYENDO
OJITOS MIEL
Fanfiction#DemisBaby #DemisLittles #DemisSpace. Dónde cuatro papis tratan de enseñarle a un pequeño little lo que es una familia de verdad. 🍯🍯🍯 Little Space Age regression Jimin little Jin, Hoseok, Namjoon y Yoongi appis 🍯🍯🍯 Esta historia no es una adap...