TETES, TITIS Y TITOS

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Jorge el curioso estaba siendo demasiado entretenido y quizás solo un poco de ayudada como nana para Yoongi. Si, no era un acto de mejor padre pero tampoco era que lo tuviera todo el día con la iPad, de hecho Minnie había abandonado el carrito de carreras olvidado a unos centímetros de él, digamos que se aburría rápido.

Luego de ese extraño momento con los señores desconocidos, Yoongi subió a su oficina con un bebé con ímpetus de koala en sus brazos.

Su adulto le explicó que esas personas eran sus padres, osea papás de Yoongi, no de él. Tan confuso, Minnie aún no entendía lo que queria decir, pensaba que sus adultos tampoco tenían papis puesto que jamás los había visto. ¡Y de repente aparecen dos papis! ¡De Yoonie! ¿A caso el cielo está aventando papás? Si era así, él quería unos.

Pero bueno, el caso es que ahora estaba muy bien en ese genial espacio para ser improvisado, lleno de mantas regadas por el piso, con almohadas y algunos juguetes, ¡incluso un biberón y frutita! por una esquina junto a la ventana, a la vista de su Yoonie, Minnie se sentía calmado y contento, de echo ya ni siquiera se acordaba de los papis desconocidos Min.

Hasta que después de que tocaran la puerta, alguien entró.

-¿Qué pasó?- Yoongi preguntó simplemente.

Y para cuando el señor Minho tenía una respuesta, notó a un Jiminnie tumbado en su esquinita especial, viendo caricaturas y chupando una orilla de la cobija rosa como si fuera lo más delicioso del mundo, decidió cambiar sus palabras y ofrecer una buena propuesta.

-¿Estás muy ocupado?

-Si, tengo un caso laborioso.

Minho caminó hacia Minnie, este apenas le miró de reojo y volvió a lo suyo; flojear. El padre Min con el dolor de su corazón -de echo más de sus articulaciones viejas y huesos de antaño- se dejó caer en las cobijas con algo de lentitud y un ladeó bastante extraño.

Yoongi lo miró con una gracia bien oculta, llegó a la conclusiones que su padre ya no era el mismo que lo cargaba en hombros ni que corría con por toda la casa y jardín. Se estaba haciendo viejo y junto a su padre y su madre, también él.

-¿Por qué no dejas que me lleve a Jimin conmigo?

¡Chispas!

Ahora sí que debió prestar total atención cuando escuchó eso. ¿Irse con el señor adulto? Eso no sonaba tentador... Quizás un poco si pero, aún le seguía siendo un tanto desconocido, no había la suficiente confianza y...

Y...

Y...

¿Y por qué el señor papá adulto estaba viendolo de esa manera? Sonreía embobado, tal vez hasta divertido como si esperara algo de Minnie. ¿Esperaba algo?

-No has escuchado nada ¿verdad?

Minnie se giró a Yoongi, su voz ligera y su sonrisilla mofada. ¿Por qué chispas ahora todos le veían así?
Sus cejitas se fruncieron, no estaba entendiendo nada y Yoon lo sabía.

-Él te quiere llevar a abajo para que estés menos aburrido.

En definitiva no estaba aburrido.
El pequeño little volteó hacia Minho, ambos se mantenían las miradas aunque claro, el señor papá adulto estaba menos fruncido.
Durante ese rato no hubo respuesta.

-Podemos tomar leche- dijo el señor papá adulto; el ceño no cambió pero los ojos si que brillaron-. Y también ver la tele, o puedes llevarte esto.

Tocó la iPad que caía cada vez más en sus manos. Razones suficientes para que con algo de recelo musitara un tímido «si».

OJITOS MIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora