SEMANA 2 MÁS TITOS

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Jihyo y Hansol llegaron juntas a la casa de los Kim y los Min, ambas mujeres darían una visita a su nieto. Por primera vez, Hansol lo conocería y decir que su emoción estaba contenida, era mucho e injusto.

Jihyo fue un huesito duro de roer, pero al final, como era imposible de evitar, cayó ante los encantos de Jimin. Era un abuela demasiado altiva como para querer enfrentarse a Minnie, esa mujer no dejaría la clase aún si debía defender intensamente a su nieto. Ahora era el turno de Hansol para forjar lazos.

Entrando a la casa, Hansol llevaba bolsas de regalo en la mano, Jihyo se quitó los lentes oscuros de los ojos, poniendoselos sobre la cabeza.

-Yeyé, hola.

-Hola señora Min- reverenció la anciana. - Señora Kim, bienvenidas.

-Hola, querida - Hansol, sonriente como era usual, dió unos pasos más al frente, asomándose al interior de la casa. Estaba buscando. - Dime Yeyé, ¿dónde está mi nieto? Necesito verle.

Realmente sonaba igual de ansiada a como se sentía. Tenía unas inmensas ganas de cargar a ese chico y acariciarle las mejillas como lo hacía con sus hijos cuando eran unos pequeños niños de mami.

-Mi señora, él está arriba, creo que en la habitación de juegos, con la niñera.

-La niñera- repitió.

- Y esa niñera... ¿Cómo es? - Jihyo preguntó con ese tono defensivo y desconfiado, duro.

-Eficiente y atenta, realmente no sé separa mucho de Minnie.

-¿Y Minnie?- volvió a preguntar.

- Él está usualmente calmado - sonrió, recordando algo que las abuelas no compartían, - ella a ayudado mucho a mantenerlo tranquilo. Aunque, bueno, es más quietud de la que ya me había acostumbrado.

-Gracias Yeyé, vamos a ver al nene, me urge conocerlo.

Con eso último, Hansol lideró el paso, rumbo a la planta alta, subió las escaleras con las pantuflas en los pies amortiguando el ruido que sus zapatillas hubieran echo. Jihyo se tomó su tiempo, a unos metros por detrás iba pensando en conocer a Sony.

👶🐣🍼🍯👀

La puerta se abrió suavemente, de la rendija se asomó el rostro de Hansol echando una vista previa al salón de juegos. De primera, percibió que el lugar estaba en serenidad, a lo lejos, sentada en el piso dandole la espalda, estaba una chica hablaba en un tono lineal, casi que aburrido pero con la seguridad de lo que decía.

-No no - hablaba ella. - Recuerda, es así, lo tomas de acá y lo llevas a la boca. Fuerte, Jimin, no lo dejes caer.

Hansol no sabía a qué se refería la niñera, su cuerpo le atajaba la perspectiva hacia su nieto. Confusa, se adentró a la habitación, a cada pasó podía ver más de la escena hasta que invariablemente lo noto. Un muchachito lindo, de cabello inmensamente oscuro y piel levemente acanalada estaba sentado en el piso con unos shorts y una camisa de gasa fresca, en manos, sostenía una taza con leche, no estaba llena, sin embargo, a la coordinación de Minnie, era muy pesada, una tarea quejumbrosa. Sony tenía sus manos alrededor de las de él, instandole a sostener la taza como decía.

-Tete - balbuceó. Sony no dijo nada.

-Con fuerza, tú puedes.

Pero él realmente no podía, por un segundo en el que apartó su agarre que ayudaba a la destreza de Minnie, la taza se tambaleó y la leche apenas salpicó alguna gota al suelo.

OJITOS MIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora