Preparativos.

35 1 0
                                    

Ares comenzaba a bajar lentamente, dirigiéndose a mi pene, mientras buscaba algo en la mesa de noche.

-Ares no juegues, debemos de ya comenzar a prepararnos para irnos a trabajar.

-Solo será un mañanero Di, tú disfruta.

Mi pene estaba aún dormido, si le diéramos un porcentaje estaba al 40% de una erección, cosa que Ares no le importo, comenzando con leves besos, repartiendo los en mi glande, testículos e ingle, hizo que pasará de 40 a 100% en cuestión de segundos.

-Ares --se me escapa un leve gemido-- no pares por favor.

-Tranquilo Di, No lo haré.

Mientras mi pene entraba y salía de su boca y poco a poco se acercaba el momento de mi orgasmo Ares frotaba su dedo índice en mi ano, poco a poco introduciéndolo y sacándolo, no sabía hacia donde quería llegar hasta que pregunto.

-¿Estás listo para algo nuevo?

-Que tienes en mente.
Entre respiraciones respondía.

Ares continuo con mi pene en su boca, pero esta vez su dedo índice se introdujo dentro de mi, al inicio algo doloroso, pero después fue demasiado excitante y placentero, dentro de mi su yema frotaba algo, no que qué parte era, eso sí, cada que lo movía hacia que mis espasmos se multiplicarán al millón, una y otra vez, mis agitaciones se comenzaron hacer más presentes, el clímax estaba llegando hasta que Ares movía aún más y más si dedo, eso produjo el orgasmo más placentero que en mi vida había tenido.

Después de que Ares se reincorporo y se dirigió a la ducha, yo trate de tomar varias bocanadas de oxígeno y acompañe a mi novio a tomar una ducha, nos preparamos y salimos de la casa, hacia el trabajo.

-Oye pita, ¿Que es hacer el amor?
Mi pregunta tomo desprevenida a mi jefa.

-Algo que me quieras contar, cariño.

-No, nada en especial, sólo curiosidad.

-Mira Di, sabes que la curiosidad mató al gato, ahora bien, el hacer el amor con tu pareja no es sólo sexo, no, si no que se dan el tiempo de conectar, de que las respiraciones se hagan una sola, que en ese lugar donde lo hagan se complementen en cuerpo, tiempo y alma, los juegos previos, las tonterías pasan a segundo plano, se cuidan, se respetan y olvidan los límites, en pocas palabras se dejan llevar por el momento, dejando así que el tiempo transcurra y le dan paso a qué el corazón y el alma los guíen por el rumbo correcto.

-Ah ok, creo que eso debe de ser.
Mi mente estaba divagando de nuevo.

-¿Algo más en lo que te pueda ayudar¿ O ya me vas a contar.

-Es que, estos últimos días, hemos tenido sexo Ares y yo, pero solo han sido juegos, rapidines, obvia habido penetracion, sexo oral, anal, pero siento que no habido nada de lo que dices, eso no se, me preocupa.

-Mira Di, lo que pasa es que....

~llamada entrante, Ares ♥ ~

-Dame un segundo pita, debo atender --decia mientras llevaba mi móvil a la oreja-- Hola Ares, ¿Que paso? ¿Todo bien?

-Claro Di, todo bien, sólo llamaba para decirte que más tarde mi madre nos invitó a casa quiere hablar con nosotros.

-Se acuerdo, me avisas a qué hora nos vamos. ¿Va?

-Vale, buena suerte Di.

-Bye, Te quiero.

-Nos vemos más tarde Darren.

~Fin de la llamada~

-¿Todo bien, Darren?
Mi jefa había nota mi cara de asombro, por eso la pregunta.

-Ah si, todo bien!

- No te devolvió el te quiero, ¿Verdad?

-No, al decir verdad, no.

-Dale su tiempo, ya lo dirá, ahora señorito vamos a él recuento del material y el turno habrá terminado.

El tiempo pasó rápidamente, cuando menos lo pensé Ares me esperaba en el Transfer entre los vestidores y el quirófano, los minutos pasaron, entre Ares conduciendo, iba demasiado serio, no era algo bueno, decidí no darle importancia y dejar que el hablara cuando estuviese listo, pronto aparcamos en el garaje de su casa.

-Vamos Di, mi madre nos espera.
Lo decía mientras se adentraba a su casa.

Cuanta caballerosidad de este cabrón!!

Al entrar a su casa me percate que su madre no estaba, de hecho no había nadie en casa.

-Ares, ¿Donde estas?

-En mi habitación, ahora bajo.

Mientras Ares bajaba yo esperaba en el jardín, este tenía un jacuzzi y se miraba muy rico poder meterse y relajarse un poco, a excepción que poco a poco me elevaron unos brazos enormes mientras me despojaba de mi celular.

¡¡¡ VAYA ERROR !!!














Antes De Que El Otoño Llegué Donde viven las historias. Descúbrelo ahora