Mitad.

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Valora cuando alguien regrese varias veces a ti, algún día será su último intento.

Desvelo.

ARES.

Verlo dormir, era de las sensaciones más excitantes y placenteras del mundo, esa manía tan suya de dormir con más manos pegadas a su pecho, el estando boca abajo me hacía estremecer, era como si fuera tan débil, fragil, tierno;
La sorpresa que le tenía preparada había salido a la perfección, ahora él se recostaba mientras traían las llaves de nuestra habitación, había escogido un hotel 6 estrellas de un amigo de yasser, mientras llegaban con los accesos Di se había quedado dormido de nuevo, solía ser muy perezoso cuando no descansaba lo suficiente.

-Chiquito, es hora de irnos al hotel.

-Me podrías llevar cargando, por favor.
Su vos era suave y somnolienta.

-Anda, vamos al hotel, tengo otra sorpresa preparada para ti.

Para pronto el se levantaba y corre hacia el ascensor, cosa que lo hizo frenar en seco.

-Espera, ¿Podemos ir por el ascensor o escaleras?

-No tengo problema alguno, sólo tendrás que desviar mi atención como aquella vez.
Mis cejas se arqueaba en tono de picardía.

-Ya lo veremos, Ares, ya lo veremos.
Darren oprimía el botón de subida.

Una vez dentro del ascensor comenzamos ascender a uno de los últimos pisos, para ser exacto el décimo cuarto, mientras subíamos Darren no me soltaba de la mano y para desviar más mi atención se coloco frente a mi y me beso, aquel beso fue tocando cada vez más mis hebras de la lujuria, introdujo su mano izquierda por mi bragueta y comenzó a jugar con mi pene, eran movimientos en circular y después me masturbaba, de nuevo movimientos circulares, su boca dio paso a jugar con mi lóbulo de la oreja derecha mientras gemía mi nombre.

-Oh Ares, como me gustaría que en este momento me penetraras y me hicieras el amor.

Para cuando pude articular alguna palabra ya habíamos llegado al piso y había personas esperando el ascensor, logré subirme la bragueta y tomar una bocanada de aire, cosa que me ayudó bastante.
Pronto ingresamos a la suite privada, con visita a la playa y su propio balcón, en la cama había una mochila la cual tomé y se la arroje a Darren.

-Creo que estos bañadores te quedaran a la perfección, me di a la tarea de buscar tus colores favoritos.
Darren estaba impactado.

-Justo te iba a pedir que fuéramos a comprar bañadores, crema, cepillos y bloqueador, pero a lo que puedo observar lo tienes bajo control. ¿Ares, cuánto llevas planeando esto?
Su vos se tornaba impaciente.

-Llevo semanas planeándolo, tuve que investigar por otras fuentes tus días de descanso, colores favoritos y a qué playa te gustaría ir de descanso, ¡sorpresa chiquito, tu deseo se hizo realidad!

-Que hermoso detalle Ares, pero me gustaría ayudarte con algo

-Con lo único que ayudarás es descansar y divertirte, estaremos aquí 4 largos días, debemos comenzar aprovecharlos.

-Tienes razón, es mejor comenzar aprovecharlos y ahora continuemos con lo comenzado.

Se lanzó sobre mí y me dejó caer sobre la cama mientras bajaba poco a poco mi pantalón, tomo un poco de cerveza que había cerca de nosotros y bebió un sorbo.

Antes De Que El Otoño Llegué Donde viven las historias. Descúbrelo ahora