Capítulo X. La segunda reunión, los primeros errores de las mosqueteras.

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Arianna

- "¿Seguro que estas decidida Elena?, tú tienes la empresa, no está bien que la abandones durante un tiempo para seguirnos en esta nueva decisión que hemos tomado, has luchado mucho por tu negocio para seguirnos en esto que hemos decidido Miriam y yo. Podemos ir a hablar con el abuelo nosotras solas."- le pregunté a Aramis, cuando nos dirigíamos al despacho del abuelo Powell, el CEO general de Powell Holding.

En la luna de miel, el problema se manifestó en como cambiaria nuestras vidas cuando ya estamos casada, y quedó claro que no queríamos ser la esposa casadas con empresarios, objetos decorativos, que no trabajaban. Todas queríamos ser como Elizabeth Powell, no como Brenda Powell, sobre todo Miriam, que quería ser todo lo opuesto que su agobiante suegra.

Es por eso que, tras meditarlo, y para sorprender nuestros maridos, decidimos que queríamos conocer el grupo del cual éramos herederas. La idea la di yo, ya que nunca había pensado heredar nada, pero ya que estaba obligada a ello, por órdenes de Kevin senior Powell, que mejor que conocer la empresa de la cual me tenía que hacer responsable junto a mi marido, y a las otras parejas Powell.

La idea era que Dogos y yo, comenzaríamos a trabajar en la empresa como asistentes de los altos ejecutivos y jefes de sección de la empresa, disfrazándonos para que nos descubrieran nuestra verdadera identidad, ósea íbamos a trabajar de incognito, ya que no queríamos un trato especial, al parecer a Elena esto le pareció genial, y se unió a este proyecto, aunque nos preocupaba que abandonara su empresa, pero no estaba totalmente de acuerdo.

-" Lo he pensado, he preparado a mi asistente durante años para que me sustituya, además mi negocio es pequeño, no hay nada que no pueda solucionar con el móvil, o una buena conexión de internet, pero como puedo decirlo, si vamos a ser las futuras herederas de todo esto, junto a nuestros esposos, lo normal es que conozcamos algo de las empresas que vamos a heredar, ellos en eso, nos llevan ventaja, han nacido bajo el auspicio del grupo Powell, y no se ustedes pero yo deseo apoyar a mi marido en todo, como él me apoya a mí en mi empresa."- nos dijo segura.

- "Lo único que yo veo es que no lo hayamos consultado, con ellos antes, el niño de mamá es muy particular, y cuando se entere pondrá el grito en el cielo."- dijo Mariam, manifestando otros de nuestros miedos, otro secreto que ocultábamos a nuestros maridos.

- "Yo no puedo decírselo, sino como algo ya hecho, Keanu está empeñado en que me quede en casa cuidando de mis hermanos y a nuestros futuros hijos, no entiende, que yo no soy la típica ama de casa, hemos tenido algunas desavenencias por eso..."- dije haciendo reír a Miriam.

Era verdad durante nuestra luna de miel, el único punto oscuro era la insistencia de Keanu para que al regresar a casa descansara y me dedicara sólo a mis hermanos, y a nuestro posible hijo, que de seguro habíamos fecundado tras nuestra intensa actividad sexual durante nuestra luna de miel. No podía decirle que eso era totalmente imposible, pero eso pronto lo sabría. Lo que más rabia me daba era que Keanu quisiera encasillarme en el papel de heredera rica, que sólo servía para criar a sus hijos, una esposa florera, ama de casa.

- "Yo no soy así y él no me había conocido así, ¿Por qué ahora quiere cambiarme?"- pensé muchas veces.

- "No son desavenencias, Pontos, cuando tú sacas el tema, sabiendo lo que va a pasar, discutís, y a los dos segundos lo estas llevando a tu cama para hacer las paces, a eso se llama adición, lo haces adrede, para sacarlo del despacho, y tenerlo en tu cama."- dijo deslenguada de Miriam, que va siempre en su línea.

No hacía falta que siguiera discutiendo con él para llevarlo a mi cama, tan sólo con mirarlo lo deseaba, gracias a esto, y a mi adorable manía de gemir de deseo cuando lo necesitaba, ya se encargaba mi servicial hombre en cumplir mis deseos de manera casi inmediata, pero eso era algo que no iba a contárselo a la sincera de Miriam, sino quería que el poder que yo tenía sobre Keanu, lo conociera el niño de mamá de Miriam, su adorado esposo.

Matrimonio Concertado con el CEO: Esclavo del deseo #Libro 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora