Capítulo XXVI. La señora Graham embarazada.

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Jason.

Estaba agotado desde que me subí a la limusina, tras salir del aeropuerto JFK, sabía que tenía que replantearme un poco mi vida. Mi volumen de trabajo no era normal, que mi esposa estuviera tanto tiempo sola tampoco, había venido tras de mí, desde España, y en total no habíamos pasado ni dos semanas juntos.

Tenía claro que esta vez fue para arreglar los problemas de las empresas de mi esposa, pero entré las de Emy, el astillero de mi familia, y la actitud casi despótica de mi jefe y amigo, casi me había centrado en trabajar, y había dejado un poco de lado a mi esposa.

Mientras me colocaba cómodamente en el sillón de la limusina, decidí llamarla para poder reunirnos como habíamos acordado, así que me sorprendió cuando al coger el móvil tenía un mensaje de ella.

En el mensaje me pedía que nos reuniéramos en la suite principal del hotel Hilton, una sonrisa se dibujó en mis labios.

- "¿Qué tendrás preparado la peligrosa señora Graham?"- pensé, mientras le daba la nueva dirección a mi chofer.

Cuando llegué al hotel, ya me esperaba el de recepción con un mensaje de mi esposa.

- "Tienes que prometerme que no abrirás los ojos hasta que yo te lo diga, una vez que entres por la puerta."- decía la nota.

Mi sonrisa se amplió, decididamente la señora Graham tenía preparado algo que seguro, nos iba a encantar y volver loco a ambos. No es por nada, que esa morena de ojos negros me tenía el corazón arrebatado desde el primer momento que la vi.

Mientras subía en el ascensor, imágenes de cómo había sido seducido por una pequeña chef, cuando mi jefe me mandó, con una orden de reconocer el terreno de batalla donde los herederos tendrían la reunión para hablar con sus futuras esposas, de las condiciones para su matrimonio concertado, vinieron a mi mente.

Desde el primer momento que mis ojos se posaron en ella, mi mundo cambió, fue por eso por lo que, cuando ella me pidió que me hiciera pasar por su novio, para no ser reconocida por unos amigos de su padre, que entraban en ese momento, me dejé llevar por mis impulsos, y la besé.

Fue justo en ese momento, cuando mi destino a su lado quedó sellado, nunca iba a dejar que esa mujer se alejara de mí. Aunque yo en ese momento no me daba cuenta. Muchas cosas he pasado a su lado, besos interminables y repentinos, provocados por mí, cuando le presenté a mis hermanos y hermanas, haciéndolos pasar por invitado a una cena cunado se supone que había quedao con ella, para presentarles a mi futura esposa, el miedo que pasé cuando fue secuestrada, junto las herederas Powell, secuestro realizado por su padre para obligarla a casarse con un hombre que él le había elegido, y finalmente la boda más maravillosa que siempre recordaría. Por no hablar, de nuestra noche de bodas, donde descubrí que me había casado con un ser de fuego, ya lo sospechaba de antes, cuando la maldita chef intentaba seducirme a como diera lugar y de todas las maneras posibles, para que la hiciera mía, antes del matrimonio.

Esa mujer que me volvía loco, nunca me había pedido nada, había cedido siempre, a mi ausencia, a que la dejara en casa a horas intempestivas, porque mi caprichoso jefe me había solicitado, a los viajes para solucionar los problemas en nuestras empresas, y todo para que ella tuviera su sueño de ser la chef de los restaurantes que tenían las empresas heredadas por sus abuelos paternos, en memoria de su madre.

Pero durante este viaje me di cuenta de una cosa, de lo que eran mis prioridades, sabía que tenía que hablar con Keanu, pero primero lo hablaría con mi mujer, si lo aceptaba, a partir de mañana iba a renunciar a mi puesto de asistente de mi mejor amigo en el Grupo Powell, para centrarnos en nuestras empresas, y poder dedicar más tiempo a la mujer que amo, a mi esposa Emily Graham, mi dulce Emy.

Matrimonio Concertado con el CEO: Esclavo del deseo #Libro 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora