Matrimonio Concertado con el CEO: Esclavo del deseo #Libro 4

Capítulo XII. Reunión de las mosqueteras, un plan para un asalto.

Arianna.

-" ¿Como les fue?"- pregunto Elena se notaba por su voz que a ella no le había ido nada bien.

-" De puta pena, salió la aniquiladora de hombres, y la fastidié"- dijo Miriam es su expresiva línea

-" No te culpes, él sabe la lengua que te gastas, ¿Para qué te pica? En mi caso, Keanu salió hecho una furia, cuando le dije que yo no era uno de sus subalternos, cuando me ordeno con sus dotes de mando que mi deber era quedarme en casa cuidando de mis hermanos y de nuestros hijos cuando los tuviéramos, le dije que yo iba a hacer lo que creía correcto, y me dijo que me aplicara el cuento..."- le dije aun enfada conmigo misma y con el hombre que había salido por la puerta sin apenas hablarme.

-" No digas más, el jefe de mi marido se llevó un rapapolvo como si fuera, uno de tus hermanos, déjame adivinar.... a que le dijiste, algo así, "Soy tu mujer, no tu esclava, y yo decido" .... ¿Estoy equivocada?"- dijo Emy muerta de risa, no era del todo la verdad pero se acercaba mucho a ella, y la frase, literalmente, la clavo.

-" ¿Tan transparente soy?"- pregunté aun con ganas de llorar.

-" No, Pontos, gran mosquetera, es que te conocemos-"- me dijo Miriam sabiendo que me estaba aguantando las ganas de soltar alguna que otra lágrima de la rabia contenida.

-" ¿Y a ti Elena como te fue?"- le pregunté para dominarme, a lo mejor oyendo como le había ido a las demás controlaba mi maldito genio.

-" Pues como decirlo, al principio creí que me iba a ir bien, él lo aceptó, aunque se quejó de que dejara un tiempo mi empresa para hacer esto, pero cuando le dije que nadie debía saber quién era yo, dijo que eso sí que no lo aceptaba, le pregunté por qué no lo aceptaba si era mejor para mí, así podía trabajar sin que las personas que trabajaren conmigo fueran con pies de plomo, pero no lo entendió, me preguntó si lo hacía para vigilarle para ver si volvía sus andadas de playboy, y eso... como decirlo sin ser ofensiva..."- Miriam con su especial toque de sinceridad la interrumpió.

-" Sacó a la mosquetera salvaje que llevas dentro, y comenzaste a preguntarle que de que tenía miedo, de que si tenía algo que ocultar, sino no que miedo tendría de que tu trabajases en su empresa etc....etc....etc...."- no sé cómo lo conseguía esa maldita pelirroja, pero siempre me hacía reír.

-" Si así en esas palabras exactas, y el muy idiota se levantó, me dijo que era una celosa, y se fue de casa, me dejo rabiando sola, le hubiera partido la cara, esa preciosa cara que tiene, y me vuelve loca."- ratificó Elena.

-"Pues gracias al cabreo de vuestros maridos, mi esposo que se estaba poniendo totalmente cariñoso con su esposa, mientras la desnudaba, se ha tenido que ir a limpiarle los mocos y las lágrimas a su estúpido jefe. Así que Ariana, tu marido, me debe un buen polvo, con arrumacos, después de un sexo increíble."- en cierta forma tras sentirme culpable por sacar a el marido de Dartacan de la cama, y como todas lo necesitamos, tras quedarnos calladas al recibir esta información y procesarla. Sin poder evitarlos las cuatro estallamos en carcajadas. -" No quería decir que le dieras a tu esposo, para que mi hiciera esas cosas, ya me conformo con el semental de mi marido para eso, pero..."- decía Emily entre risas, la tuve que interrumpir sin poder controlarme.

-" Seguro.... no creo que Jason este por la labor de prestarle su mujer a su jefe, es obediente, pero todo tiene un límite, y yo lo mato de paso..."- me dolía la barriga de reírme, en el fondo, nuestra pequeña Emy, era la mejor.

-" Gente alerta roja, nos vemos en casa de Emy en veinte minutos, llevad para hacer mojitos."- sugirió Elena.

-" ¿Otra vez?, la última vez que la montamos en mi casa, aparecieron los hombres de Harrison, por lo del móvil escondido."- se quejó débilmente, Emy.