Recomendación: Eyes of the tiger —Survivor
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El sudor me corría por todo el cuello, mi rostro se estaba volviendo rojo por la agitación y mi respiración era desenfrenada como si me hubiera hecho la maratón de Forest Gump; pero en realidad sólo le he dado ocho vueltas a la cancha deportiva de la escuela.
Los fines de semana son los días en los que entreno junto al equipo de básquet de la escuela. El profesor Dong es muy exigente con todos nosotros, sus entrenamientos son arduos y precisos; si no fuera porque es nuestro maestro y tiene un contrato con la preparatoria más elitista —en cierto aspecto— de Seúl, él sería capaz de destruirnos a todos hasta que estemos agonizando en el piso. No exagero.
En fin, con el maestro Dong no se juega ni de broma.
El robusto hombre de piel bronceada hace sonar su silbato cuando que todos estamos a un paso de morir.
—¡Muy bien, acérquense! —Habla fuerte y claro.
Todos mis compañeros y yo nos vamos acercando con pereza mientras que algunos van secándose el sudor con sus polos o toallas. Otros van a sus mochilas para sacar sus botellas, que en realidad parecen galones, de agua.
—Entrenador —habla uno de mis compañeros desde las bancas—, ¿podemos descansar unos minutos?
El mencionado hace el ademán de pensarse esa idea unos segundos, pero bien sabemos todos su respuesta.
—Déjame ver... No. —Golpea su tablero para llamar nuestra atención—. Como ya saben, la Copa Director empezará en dos semanas. Ustedes bien saben cuáles son las preparatorias que consideramos nuestros más fuerte oponentes, por esta razón es que debemos ser disciplinados y responsables con el tiempo que le brindamos a los entrenamientos. ¿Oyeron?
—¡Sí, entrenador!
—¿Quieren llevarse esa copa?
—¡Sí!
—¿Quieren ser los bicampeones este año?
—¡Sí!
La motivación que nos dio el entrenador ayudó a algunos para sacar fuerzas de donde no las había. Por mi parte, doy una bocanada de aire antes de seguir las nuevas instrucciones de nuestro profesor. Ahora lo que haríamos era practicar nuestros tiros y pases.
Por suerte, me tocó practicar con mi amigo más cercano de todo el equipo. Ambos estábamos igual de agotados por la corrida de antes, pero igual dimos todo de nosotros para que el entrenador notara nuestro rendimiento; aunque este estaba un poco más concentrado en mirar la pantalla de su celular.
Cinco minutos después, el entrenador colocó la canción Eyes of the tiger desde los altavoces para, según él, darnos mayor motivación con el ejercicio. ¿Era normal que me sintiera en una película parecida a Rocky?
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A 130bpm » Park Jimin [BTS]
FanfictionCuando compites en una carrera de autos, mayormente conocidos por algunas personas como carreras de piques, se debe de tener en cuenta que los 500 km/h es la velocidad máxima que un auto puede alcanzar. Luego, algunas piezas de su motor son reemplaz...