d i e c i n u e v e | La taberna de Moe 🖤

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Una vez más tuve que invadir la casa de Kyungyoo cuando este no me daba un reporte de lo que yo quería saber

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Una vez más tuve que invadir la casa de Kyungyoo cuando este no me daba un reporte de lo que yo quería saber. A este paso ya no sé si debería de confiar en él; sin embargo, si lo dejo, ¿entonces quién me ayudará en esto? Mis tíos están fuera de esto, ni siquiera son una opción.

Pero bueno, el lado positivo de venir aquí es que pude obtener lo que he querido desde ese arresto. Con el pelinegro me puse a ver la lista de conocidos y la relación que tienen entre sí. De igual modo, anoté todos los nombres en mi celular para luego investigar si es que alguno de estos guarda relación con mis padres.

—Eso es todo. —Kyungyoo suelta un suspiro cansado a la misma vez que cierra su computadora—. Ya va a ser medianoche, debes de volver a tu casa. ¿Te llevo?

—Está bien si llego un poco tarde. No te preocupes.

Rápidamente me distraigo con una ficha de búsqueda a un niño de no más de nueve, de nacionalidad coreana, que ha desaparecido hace casi dos semanas. Leo la información extra, como los rasgos físicos de este niño y el lugar en donde se le vio por una última vez.

Kyungyoo trata de quitarme ese documento confidencial, ya que no confía en mí como su ayudante para sus investigaciones; pero ante tanta insistencia de mi parte, a regañadientes, cedió y comenzó a compartir los detalles del caso.

—El niño desaparecido se llama Jihoon. Tiene apenas 8 años. Fue visto por última vez cerca de su escuela. Sus padres están devastados y no hemos encontrado pistas sólidas hasta ahora.

—¿Hay algo en particular que te preocupe en este caso? —pregunté, tratando de entender mejor la situación.

El otro asintió.

—Lo extraño es que no hay demanda de rescate ni ninguna evidencia de conflicto familiar. Jihoon simplemente desapareció. Estamos revisando cámaras de seguridad y hablando con personas cercanas, pero hasta ahora, nada.

Mientras escuchaba atentamente, mi mente analítica se puso en marcha, haciendo conexiones y sugiriendo posibles líneas de investigación.

—Podríamos enfocarnos en los lugares que Jihoon solía frecuentar, o hablar con sus amigos. A veces, los niños pueden dar pistas importantes.

A medida que continuábamos analizando el caso de la desaparición del niño, la tensión en la habitación se volvía palpable. Cada intercambio de palabras se cargaba con una energía diferente, algo más que la mera resolución de un caso.

Kyungyoo se esforzaba por mantener la compostura profesional, pero sus ojos revelaban una mezcla de gratitud y algo más profundo.

A 130bpm » Park Jimin [BTS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora