c u a t r o | Excusas y partidas de ajedrez 🖤

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Un nuevo lunes comienza en mi vida

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Un nuevo lunes comienza en mi vida. Que pereza.

Salí de mi cama sin muchas ganas de hacerlo, me bañé y me preparé para ir a la escuela. Ya había desayunado con mis papás hace minutos, lo que estaba haciendo ahora es cepillarme los dientes mientras que mis pensamientos van divagando en el fin de semana que tuve. Muy a pesar de todo, puedo decir —y con mucha vergüenza— que me divertí como nunca ese día con todo el alcohol en mi sangre y con mis amigos aunque las consecuencias de mis actos fueron negativas.

De pronto, me detengo en lo que estoy pensando y camino de prisa hacia mi armario para buscar el bolso que utilicé esa noche de la fiesta. No recordaba si de verdad había metido mi cubo de Rubik en este o si lo dejé en la casa de Jisung; o si, en el peor de los casos, Jimin me lo quitó. Abro el bolso y no estaba. El cepillo que tengo en la boca se me cae y no me lo creo.

—Maldita sea —digo aún teniendo toda la espuma de la pasta en mi boca.

Para este día tenía una misión: encontrar a Jimin o a Jisung y preguntarles si ellos lo tienen.

La última llamada de mi papá desde los pasadizos del segundo piso me hacen apurar. Terminó de cepillarme los dientes y paso a ponerme un poco de máscara para pestañas, rubor líquido y un poco de tinte labial rosa con gloss.

Bajo las escaleras a tiempo para alcanzar a mi papá. Soy la primera en despedirme de Blake y salir de casa para subirme rápidamente al auto de Jungkook. Por otro lado, él continuaba despidiéndose con besos de su esposa hasta que finalmente se suelta de ella. Con una sonrisa de lado también sube al auto y nos dirigimos primero a mi escuela.

Casi a la entrada me encuentro a Songyi chateando en su teléfono. Papá aprovecha en dejarme por ahí y en saludarla de lejos, mi amiga le devuelve el saludo y camina conmigo hasta nuestro salón.

—¿Cómo estás bebé? —Inquiere Songyi sin mucho interés—. Sol me contó que tus papás te castigaron por lo de la fiesta.

—Así es. Ahora estoy condenada a salir con ellos —Songyi suelta una risa nasal antes de seguir tecleando algo en su celular—. ¿Y tú qué estás haciendo? Pareces un zombie con ese aparato.

—Sonaste mucho a mi abuelo —finalmente Songyi apaga su celular y lo guarda en el bolsillo del blazer—. La noche de la fiesta conocí a un chico con el que no he parado de hablar todo el fin de semana. Se llama Kangchul y tiene diecinueve años, estudia medicina en la Nacional.

—¿Diecinueve has dicho? —Songyi asiente una vez más—. Pero si tú todavía tienes dieciséis años; y nos falta un año más para entrar a la universidad.

—No es para tanto, Soo —responde—. Kangchul es muy lindo. Mira.

Songyi una vez más saca su teléfono y busca en su feed de Instagram alguna fotografía del tal Kangchul. Cuando lo encuentra, me da su celular para que yo le eche un vistazo al chico.

A 130bpm » Park Jimin [BTS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora