d o c e | Un chico en la casa 🖤

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Llegué a eso de las diez y media a mi casa

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Llegué a eso de las diez y media a mi casa. Intenté no hacer mucho ruido a la hora de entrar para no llamar la atención de mis padres o de Woo-hee, quién supongo que ya está durmiendo.

Sin embargo, jamás me imaginé que papá fuese tan silencioso como para interceptarme a medio pasadizo que conectaba el comedor con la sala. Él me mira sobre sus lentes y da dos pasos que a mí me hacen retroceder. También tiene los brazos cruzados para mostrar una pose más amenazante.

—¿Dónde has estado? —pregunta con su voz autoritaria.

—Estudiando con una compañera de la escuela en su casa —respondo con un tono de voz tranquila. Alzar la voz con él no me serviría de nada, más llamaría la atención.

Papá me lanza una bofetada que lograr moverme la cabeza hacia la izquierda. No me muevo, solo espero a que esta sea el único gesto violento que me da. Pero me equivoco y papá vuelve a golpearme de otro lado.

Suspiro frustrado antes de volver a mirarlo con impotencia. Mis labios se abultan, pero trato de ocultarlos y tenerlos normal; sin embargo, estos empiezan a temblar, delatando mi ansiedad.

—¡¿No piensas decirme algo?! —Espeta con sus manos hechas un puño a sus costados.

—N-No... —titubeo.

—¡Por tu culpa! —papá me da un empujón en el hombro mientras que se va acercando a mí. Mi instinto hace que retroceda para que no me tocará más—. ¡Por tu culpa! —Repite seguido de otro empujón— ¡Por tu culpa tu mamá y yo no pudimos ir a una importante reunión de trabajo! ¡Woo-hee no tenía a nadie con quién quedarse!

—Woo-hee no es mi responsabilidad —musito. Quise responderle con más firmeza, pero ahora me encuentro muy vulnerable.

Muy tarde me di cuenta que no debí haber dicho eso enfrente de mi papá. Él se ofendió más y me lanzó un puñetazo a la cara.

Luego, papá entró a su oficina. Era mi momento para correr a mi cuarto y encerrarme ahí, pero había un problema: mis piernas no reaccionaban. Mis manos sudaban al igual que mi frente, en mi oído escuchaba un zumbido que me estaba inquietando mucho y mi corazón no paraba de latir rápidamente.

Giro mi cabeza hacia la puerta de la oficina de papá para ver qué es lo que estaba haciendo. Todo parecía ir en cámara lenta cuando lo vi sacar de uno de los cajones de su biblioteca el látigo que usaba para castigar. Justo en ese momento mis piernas reaccionaron y comencé a correr a mi habitación.

Papá fue detrás de mí a zancadas para atraparme antes de que yo pudiera cerrarle la puerta en la casa. Al final pasó así, pero sabía que esto recién comenzaba para él; así que, luego de forcejear con la perilla de la puerta y notar que le había puesto seguro, él se alejó a gritos. Respiré de manera agitada mientras que buscaba un lugar donde esconderme. Todo esto me recordaba a las anteriores veces que pasaba lo mismo, y ya sabía el resultado que esto tendría.

A 130bpm » Park Jimin [BTS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora