Inofensiva obsesión por el encantador protagonista masculino +19

Volumen 3: Capitulo 11 Parte 3

Dio una buena palabra a su manera y puso un boutonniere en el cuello del vestido formal de Llewellyn. La estrella octogonal captó la luz de la lampara tipo araña  y brilló intensamente.

—Que el poder mágico contenido en esto proteja a Llewellyn Rasiane la persona que amo.

—Está bien, eso fue dulce.

—Suena bastante plausible. — Dijo mientras arreglaba el cuello de Llewellyn y lo arreglaba. Tal vez porque era un objeto sagrado, el Boutonniere tenía una dignidad inusual y le sentaba muy bien a Llewellyn.

Le sonrio a Llewellyn, y él le sonrió de vuelta y dijo en voz baja.

—Gracias, Rosenia….Y suegro, gracias de nuevo.

—Bueno, eso es todo para mi futuro yerno.

Ante el agradecimiento de Llewellyn, el padre se encogió de hombros y sonrió amablemente. Era muy extraño ver la mirada de las personas a su alrededor.

Suponía que sí. Debía ser vergonzoso porque se sentía diferente a los rumores.

<< Pero Adrian será similar a los rumores. >>

Entrecerró los ojos ligeramente y miro a su hermano, luego preguntó abruptamente.

—¿Qué pasa con mi hermano? ¿Tienes algún regalo de cumpleaños para Llewellyn?

—…

Como esperaba, Adrian se rió a carcajadas como si estuviera lleno de ánimo.
Su mirada fría, como preguntando si se atrevía a pedir un regalo, se volvió hacia Llewellyn. Llewellyn no se intimidó en absoluto por esa mirada, y sonrió con una expresión muy relajada.

“Dámelo donde quieras, no importa si no.” Parecía decir eso.

Y a sus ojos, ambos se veían iguales.

Para atraer a ambos…

Mientras sacudía la cabeza, Adrian la miró, suspiró y luego invocó algo de la nada.

Su familia...Como somos magos...En lugar de llevar regalos o confiarlos a los sirvientes, los invocaban cuando pensaban en ellos.

En cualquier caso, Adrian parecía haber preparado un regalo para Llewellyn. Pensó que era sorprendente y observó la situación en silencio.

Adrian le pasó el regalo a Llewellyn como si lo estuviera lanzando. La identidad del regalo sin envolver no era otra que una piedra mágica. Ni siquiera procesada.

¡Adrian le dio una piedra al duque de Rasiane como regalo de cumpleaños!

Le asombró con el carácter de Adrian que no podía llevar una vida social normal, pero de repente escuchó una historia inesperada.

—Te daré una de las minas de piedra mágica propiedad de la familia Hill. Cuida bien de mi hermana Sabes que te mataré si decepcionas a Rosenia.

<< ¿Qué? La mina de piedra mágica..?! >>

Todos en el salón, que observaban la situación con gran expectación, al igual que Rosenia, se sobresaltaron.

En el Imperio Bardenas, no, en todo el continente de Eidos, el valor de las minas de piedra mágica era enorme.

Sin embargo, la familia Hill había monopolizado la mina de piedra mágica, por lo que nadie la había poseído. Incluso las partes más pequeñas de ella.

Sin embargo, dijo que le daría la mina de piedra mágica, algo que no era diferente de la reliquia de la familia Hill, a Llewellyn.

¡Por supuesto, sería suficiente para una pequeña mina!