**Advertencia en la historia se hace mención de temas sensibles, no aptos para todxs, se recomienda discreción**
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Pete apretó el móvil entre sus manos. Agitado, nervioso. Pero no lo daba a notar. Soltó un suspiro. Cuatro de sus mejores amigos habían desaparecido en el transcurso de esa noche y si el instinto no le fallaba, el podría ser el siguiente.
—¿Quién eres? — preguntó al teléfono. Nadie le respondió. —¡Mierda, me has estado llamando toda la puta noche!— gritó. Tenía muchas llamadas de ese número y ni siquiera sabía de quien se trataba. —Fuiste tú— musito Pete, refiriéndose a sus amigos.
—Sé donde estás ahora— le respondió una voz. Sonaba tan mecánica y relajada. —Puedo verte— Pete, solo logró ponerse más nervioso al escuchar esas palabras. Miró a ambos lados de la habitación, se encontraba completamente solo.
—Así que escucha, necesito que salgas de donde estás.
—Imbécil, por supuesto que no lo haré— respondió entre dientes.
—Precioso, tienes dos minutos para salir de tu habitación ¿vale? O si no me tocará a mí tener que sacarte de ahí, créeme que eso podría ser peor—.
—¿Vas a matarme?— susurró Pete. Apunto de derramar las primeras lágrimas de la noche.
—Sal de la habitación— le dijo serio. Sin escrúpulos, como siempre. —O esta vez te juro que mato a alguno de esos niñatos— soltó una leve risa. —Perdón, quiero decir a tus amigos—.
Pete sin pensarlo salió de su habitación. Corriendo, jadeante y con el pánico en la garganta.
—Excelente— susurró Vegas, por el teléfono. —Ahora ve a la cocina—.
Una ligera idea se instaló en la mente de Pete. Colgó el teléfono y corrió hasta la puerta principal de su casa, pero cuando intentó abrir la puerta ya era tarde.
—No, no, no— negó él. —Te dije que fueras a la cocina—. Pete sintió unas manos tomarle la cintura, sintiendo el contacto de su piel con la suya, tibia, temblorosa, suave, un desliz jodidamente provocador y sensual, pero que a la misma vez lo sumía con salvajismo entre esos brazos. Vegas le cubrió la boca a la misma vez que lo dejaba inconsciente debido al somnífero.
Y antes de que perdiera el conocimiento, Vegas susurró algo en su oído.
—Resultaste más bonito que los demás, eso...— delicadamente se hundió entre el cabello de Pete, entre su apetecible olor, lo estaba dejando sin conciencia, y poco a poco se sentía dueño de ese cuerpo que el menor manejaba. Ese, que empezaba a gustarle. —Me gusta.
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¡Hola!
Para las personas que han llegado a leer esto y a las que están por leer, quería mencionar que la historia es una adaptación, por ende NO me pertenece.
Ademas de que la historia es de hace bastante tiempo y originalmente es hetero, cambie algunas cosas en cuanto a los diálogos y situaciones, para que tuvieran un poco mas de sentido(?).
Cómo dije antes, la historia es de hace años, así que para algunos puede ser un tanto absurda o cliché, en lo personal me gusta mucho, junto con sus otras dos partes, la he publicado aquí porque me es más cómodo leer en la plataforma, iba a colocarla en un pdf para leerla solamente yo, pero como dije, aquí me es mas cómodo.
Sin embargo, si la historia es de su agrado y quieren leer, sean bienvenidos y si gustan dejar sus votos... muchas gracias.
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Stockholm Syndrome •VegasPete•
Fiksi UmumCuando a Vegas Theerapanyakul, uno de los herederos de la mafia más peligrosos en todo Bangkok, le convocan para el "acto del siglo" no dudo ni un segundo en aceptar la oferta. Nunca pensó que ese suceso cambiaría su vida para siempre. Adaptación.