Capítulo 2.

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Princesa Anya.

Escucho a mi madre hablar con la reina. Es gracioso porque las dos son reinas en diferentes lugares.

Vi las casas, y los increíbles paisajes de este reino, creo que sí me gustaría vivir aquí.

El príncipe Zachary me observa. ¿Cómo pudo ser tan irrespetuoso conmigo?

La reina me dijo que podía ir a la biblioteca si quería, ella misma me guió al lugar. Mientras caminábamos, pude ver las pinturas en su honor y los del príncipe Zachary. Se ve algo diferente a sus pinturas, pero lo reconocí.

Lo veo levantarse algo enojado a mi parecer.

—¿A dónde vas Zachary? —Su reina le da toda la atención en una posición muy relajada.

—Me retiro, estoy algo cansado—hace una reverencia—. Si me disculpan...

Eso es una mentira muy grande, no se ve cansado. No le gusta estar aquí con nosotros.

Lo sigo con la mirada fijándome en como aprieta sus puños.

Al terminar de comer veo como mi hermano se disculpa y se va a algún lugar del castillo. Él lo conoce mejor, esta es mi primera vez aquí.

Me despido de los reyes y mis padres.

Camino rápido como puedo por donde mi hermano dio sus pasos. Lo veo cruzar con rapidez en una de las esquinas.

—Vamos por aquí, es seguro. —La voz de Zachary se torna en un susurro—. Ayúdame.

Término por asomarme. No lo puedo creer, la pared es una puerta secreta.

Mi hermano y el príncipe Zachary empujan la pared hasta que se hace un espacio para ellos entrar.

Me inclino más para poder ver lo que hay dentro, pero al final tropiezo.

—¿Anya? —Mi hermano se aleja de la pared.

Veo al príncipe irrespetuoso mirarme con desprecio.

Me recupero y tomo mi postura.

Logro ver un pasadizo oscuro.

—¿Puedo acompañarlos?

—No. —Los dos príncipes se miran sorprendidos por sus respuestas.

—¿Por qué no?

—Porque mancharas tu vestido, princesa. —Mi hermano señala mi enorme vestido como prueba.

—Eso no importa —repongo.

Ser princesa y tener un vestido no es difícil, no me impide hacer las cosas que quiero.

—No irás.

Miro a Zachary buscando una respuesta por su parte, pero me sorprende al verlo sonreír.

—Eres muy pequeña para jugar con nosotros, princesa Anya.

—Pero...

Mi hermano niega con la cabeza y se adentra al pasadizo secreto con Zachary.

—Yo quiero ir. —Camino hacia ellos.

Pero el estruendo de la puerta siendo cerrada me hace retroceder.

Suelto un quejido dejando salir mis lágrimas.

Avanzo hacia la puerta secreta y empujo con todas mis fuerzas posibles hasta abrirla.

Entro al pasillo algo oscuro, puesto que del lado izquierdo se nota una luz al final de él. Decido caminar hacia ese lado viendo que el derecho está completamente oscuro.

El bosque de Westfell.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora