Princesa Anya.
Dejo el libro de historia en su puesto. Al final no terminó por ayudarme. He decidido leer todo lo referente al reino, y... el bosque. Solo he encontrado las mismas historias y vivencias de las que me han enseñado todos estos años. Pero no hay nada sobre el bosque.
No soy ilusa, yo sé lo que vi y lo que oí. El bosque me habló. Pensé que al estar en el jardín escucharía su voz, pero nada pasó.
Camino de vuelta a mi habitación mientras aprecio al personal del castillo, ellos arreglan todo para los preparativos del festival. Personas de todo el reino vendrán a estas fiestas. Según lo que me explicaron es que cada trabajador viene a enseñar sus obras, leñadores, panaderos, herreros, entre otras labores más. Los Westianos aprovechan este festival para adquirir nuevos ingresos.
En Avanya no tenemos nada parecido. La guerra a veces no permite compartir con otros.
A mi me encantaba salir del palacio, me gustaba ir al panadero Gary, hacia los mejores panes y postres que había probado en mi vida. Me escapaba a comprar flores, a pesar de que mi jardín estaba lleno de ellos. Pero no podía durar tanto tiempo afuera, también mi padre no aprobaba que saliera, porque cualquier rebelde estaría afuera, me reconocería y me mataría, cómo la noche en que murió mi madre. Escuchar los gritos y cuchillazos todavía me acompañan en mis sueños.
Al llegar a mi habitación me encuentro a la reina junto a otras doncellas.
No me agrada que estuvieran aquí sin mi presencia.
—Buenos días.
—Buenos días —contesto a la reina haciendo una reverencia.
—Estamos aquí para presentarte a tu dama de compañía. —La reina señala a la joven chica a su lado.
Le sonrió con amabilidad y pregunto:
—¿Cual es tu nombre?
—Jenephie Cheshire, a su servicios. —La castaña hace una reverencia.
Asiento.
La reina nos explica ciertos términos y sobre el té que tomaremos mañana, luego se retira con su grupo de doncellas.
—No quieres estar aquí, ¿cierto? —Cuestiono.
Al estudiar a Jenephie concluyo que, tal vez la obligaron a venir, la incomodidad es evidente en su semblante; aunque también, ella se siente intimidada por mi.
Ella niega con la cabeza.
—¿Y por qué lo estás?
—Por mis padres, alteza. —Ella hace una pausa mientras mira su alrededor—. Ellos esperan que me case con un hombre de la corte.
Desde pequeñas nos enseñan las cosas que debemos hacer, y todo se define en: servir al hombre. Con el paso de mi crecimiento intelectual, me enteré de muchas injusticias, sobre todo en el área de la educación. Tanto en Westfell y Avanya, no aceptan a niñas, ni mujeres en él área educativa, exceptuando por las mujeres con títulos, como yo. La educación, el saber y entender es para todos, no se le niega a nadie.
Para los hombres, nosotras sólo estamos para bordar, cocinar, servir y amar, y con respecto al amor no me refiero a estar con alguien que te ame como eres incondicionalmente, ningún hombre habla sobre eso, no. Es sobre tener bebés. Ellos lo único que les importa es tener herederos. Por eso estoy aquí. El sueño de mi padre siempre fue unir ambos reinos de alguna forma. No obstante, ya ambos reinos tenían alianzas, pero Avanya jamás tuvo una princesa en toda su generación. Y al ser yo la primera, daba todo un giro a las nuevas negociaciones de Westfell.
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El bosque de Westfell.
FantasyEl príncipe del reino de Westfell está comprometido con la princesa de Avanya desde el día en que ella nació. Desde ese momento el príncipe juró odiar a la princesa, puesto que se rehusaba a ese compromiso forzoso. La princesa de Avanya al ver lo r...