Caso 7B: Casa Vieja

Entrada 8

El día avanza más rápido que de costumbre cuando te avocas a la lectura, por incómodo o inconveniente que esto pueda llegar a ser también es una forma excelente de mantenerte distraído cuando estás al borde de un colapso nervioso todos los días desde que te enteraste que el fantasma de un antiguo interés romántico tuyo aparece en los sueños de un niño.El libro que Joan me dio que hablaba acerca de los Poltergeist contenía en su mayoría cosas que podrían rayar en basura esotérica, aunque cierta información a este punto de la investigación ya cobra sentido.

"Según testimonios aquellos espectros de aquellas personas que tuvieron un final trágico suelen permanecer llorando hasta que se haya liberado sus almas..." recitaba una frase interesante del libro.

Es probable que en Camiri durante varios años haya estado suelto un asesino en serie, pero un día simplemente se detuvo, además de que dada la incompetencia del cuerpo de policía es probable que la mayor parte del tiempo los haya comprado.

Sin embargo eso no explica como en todos los años de su vigencia no haya habido ni un solo testigo solo yo, si esto no fuera cierto significa que el sujeto es alguien con suficiente dinero como para pagarle a los "agentes de la ley" y cometer crímenes sin tener repercusión real , esto puede implicar que aquel que lo hizo o era un funcionario de alto mando en la empresa que extraía petróleo o era algún político.

Si los entes que ve el niño murieron todos a manos de un asesino serial la investigación se complicaría muchísimo.

"La aparición de espíritus son parecidos a un síntoma, una señal o presagio de un evento de altas emanaciones negativas o positivas..."

Lo malo de la teoría del asesino en serie era el tiempo transcurrido desde aquel suceso hasta ahora si en ese entonces tenía 12 años y aquel sujeto ya habría comenzado su matanza desde mucho antes de que viera a Daniel en el río, en caso hubiera un asesino en serie y yo soy el objetivo, no habría motivo para preocuparme.

No es por hacerme halagos acerca de mi condición física si por el contrario tengo la movilidad de una papa, en más de 10 años no he hecho ni el más mínimo esfuerzo por mejorar una dieta o nula rutina de ejercicios, pero estoy bastante segura que al menos podría contra un vejete si es que intentara atacarme.

Sin embargo, el hecho de que yo esté conectada de algún modo no implica que sea el objetivo, puede que sea el medio o la causante.

"Los espíritus no buscan salvar a los vivos, sino conseguir la manera de poder seguir su camino hacia el más allá, por eso sin importar sus motivos de muerte estos parecen querer llamar la atención de los mortales para lograr terminar sus asuntos pendientes, sin embargo cuando un homicida o alguien que en vida fue deplorable busca evitar que se resuelva aquel asunto debido a que esto puede significar su descenso al infierno o a algún tipo de castigo..."

¿Y si los espíritus que se aparecen a Alejandro son malignos?

En un momento recuerdo que él me dijo que los espíritus le decían que se alejen de los señores, puede que estos busquen que Ale se aleje de mi y de Joan, parecía que el niño tampoco terminaba de entenderlos, pero si su objetivo era alejarnos para evitar que nosotros destapemos algo que ellos no quieren que sepamos la estrategia lógica implicaría hacer que el niño se aleje de nosotros.

"todos los entes pero en especial aquellos espíritus malignos pueden estar presentes en todos los lugares y saltar de persona en persona hasta que encuentren a su huésped correcto con el cual se quedarán para seguir divirtiéndose con su alma..."

"De nuevo el libro rayaba en lo ridículo y amarillista" susurré decepcionada mirando la portada tan atractiva del mismo.

Una casa antigua con las luces encendidas y una tormenta a su alrededor como si los fantasmas estuvieran haciendo que todo esto suceda.

Pero fue también en ese momento que me di cuenta de la falta de ruido que había en el departamento, solo escuchaba las manecillas del reloj moviéndose ruidosamente, ni siquiera mi gato Tequila estaba presente.

Cuando te sientes en una situación de mínimo estrés todos los sentidos se agudizan en respuesta a la secreción de adrenalina, tanto la vista, olfato, gusto, tacto y audición, todo esto en busca de aumentar las posibilidades de supervivencia, esto indica que podrás percibir imágenes más rápido de lo que tu cerebro puede terminar de interpretarlas, como aquellas imágenes o movimientos que se hacen presentes por el rabillo del ojo, como los movimientos discretos que empecé a notar en todo el departamento.

Eran leves, pero notorios todos perceptibles desde el medio del departamento en el sofá de la sala donde yo me encontraba sentada, Tequila podía pasar todo el día en una sola posición y como era un gato gordo y viejo sus años de pasar desapercibido habían quedado atrás.

Los percibí de nuevo, un cuadro se balanceo minusculamente.

Las hojas de una planta de plástico se movían discretamente.

Las llaves en la puerta se movían de un lado al otro.

Sentí un dedo frio desde mi cadera hacia mi espalda.

Bien pudo ser sudor pero el ambiente estaba helado y muy frío.

El reloj seguía a su marcha, hacía parecer que alguien estaba dando pasos, uno por segundo.

Mi corazón latía muy fuerte, podía sentir como palpitaba dentro de mi pecho, y como mi cuello vibraba.

"¡¿Tequila?!" llamé, necesitaba compañía en ese momento.

No había muchos lugares donde esconderse en el departamento solo tenía un cuarto dormitorio, un baño y el salón-comedor-cocina

"¡¿TEQUILA?! Vamos sal ya" Grité asustada, quería salir del lugar pero no podía irme sin él.

Todas las percepciones del lugar aumentaron, algunas luces parpadearon, y podía jurar que había alguien respirando en mi nuca pero no quería voltear como si eso fuera a impedir que me hiciera daño.

"¡TEQUILA VEN POR FAVOR!" dije ya con una voz lastimera, conteniendo lágrimas.

Hasta que por fin se escuchó un maullido dentro de mi cuarto oscuro, seguido de otro y otro.

Me calmé casi de inmediato, eran los típicos maullidos que hacía cuando "necesitaba" que yo fuera a acariciarlo porque no pensaba moverse de allí, pero algo más flojos que de costumbre como si el pobre estuviera enfermo.

Aquellos minúsculos movimientos cesaron mientras que me dirigía al cuarto para acariciar un poco a aquel gordo bribón flojo, para por fin terminar con ese estúpido episodio de paranoia injustificada.

Ingresé a mi habitación encendiendo la luz torpemente para ver el cuarto pintado de rojo.
Como un regalo festivo con los restos de un pequeño ser de pelaje gris abierto por la mitad, exponiendo sus órganos rojos inmóviles, estructura interna del tórax a la vista.
Manchando la cama y paredes de un característico color carmesí, dejando por todos los rincones pequeños trozos de lo que era aquel pequeño compañero mío.

Todo el cuarto estaba cubierto de los restos de mi gato.