Entrada 26

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Escuchar eso fue una bocanada de aire fresco ciertamente.

"Victoria ¿qué demonios haces allí?"

"Estoy jugando a las escondidas" respondí sarcástica, frase que ahora me doy cuenta no fue la mejor respuesta para salvar a alguien, continúe "Vine a sacarte idiota, espera ahí un momento"

Una vez identificada la celda en la que Joan se encontraba, evitando hacer ruido trepé con las habilidades de un mono con retraso mental, intente subir hasta el techo de calamina, avanzando o retrocediendo mientras hacía presiones en ciertos puntos para saber cuánto podía confiar en ellos y en su silencio.

Tarde casi 5 minutos en subir

"Si sobreviviera a esto, unas clases de zumba no estarían mal" susurré al llegar arriba casi sin aliento arrodillada en el techo, pensando en la mala idea que fue haber hecho eso.

Saque la llave de tubo que estaba en mi mochila, medi diferentes tamaños hasta dar a la boquilla correcta y empecé a hacer fuerza para aflojar la calamina, al principio fue algo bastante más duro de lo que pensé el tiempo junto con el mal mantenimiento habían dejado las tuercas duras como rocas, además para mí mala suerte deje el aceite en la mesa al poner todas las herramientas en mi mochila.

Así que solo me dediqué a sacar fuerza de donde no tenía, hacer palanca evitando con todas mis habilidades hacer algún tipo ruido.

Uno por uno fui quitando los tornillos hasta que se pudo levantar toda la calamina sin que apenas hiciera ruido. Saque una cuerda y até pese a la poca luz un nudo en una de las barras de metal que unían la pared con el techo.

Lance el otro lado de la cuerda hacia adentro esperando que él la tomase entendiendo el mensaje.

Luego de unos segundos vi la cuerda tensar y escuche como alguien con mucho esfuerzo subía por ella.

Fue cuestión de unos segundos pero el ver una silueta produjo dentro mío unas famosas mariposas además de un nivel de esperanza pocas veces experimentado hasta ahora. Solo al ver por fin su cara fue que caí en cuenta que en realidad no fue Joan el que subió, sino un hombre bajo y blanco con fuerte olor a alcohol, después bajo agarrándose por la misma zona que yo había accedido.

"Gracias" soltó mientras bajaba.

Se repitió lo mismo 4 veces con un calvo, un hombre moreno y alto, otro regordete y bajo, y una mujer, hasta que por fin pude ver a Joan claramente.

Solo atiné a murmurar

"Hola" como quinceañera.

"Hola ¿Te encuentras bien?¿No te hicieron daño?" Respondió preocupado susurrando "¿Como fue que...."

Antes de pensar si quiera, estando ambos en el peor escenario posible, encima de una carceleta de poca monta sin luz de luna, ambos estando en condiciones altamente deplorables tanto psicológica, como higiénicamente. Por fin me adelante a besarlo.

No duró mucho, tampoco fue especialmente intenso, pero la sensación de hacerlo en ese preciso momento fue sin lugar a dudas una de las mayores fuentes de dopamina que pude haber experimentado en años. Pude sentir sus labios resecos y heridos tocando los míos, el calor de su aliento, el ritmo de mi propio corazón.

Me aleje lentamente mirándolo a los ojos recibiendo una mirada tierna y cálida de su parte.

"Wow" soltó él de inmediato, subiendo el tono de voz a uno notablemente más emocionado o"Yo... No sé qué decir"

"Que bueno porque no es el mejor momento para hablar" susurré, señalándole la vía de escape viendo como todos los otros tipos que habían subido por la cuerda esperaban órdenes ocultándose por las sombras.

Caso 7B: Casa ViejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora