Entrada 9

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El maullido vino del cuarto.

No pasaron ni 5 segundos entre el maullido y yo llegando al cuarto.

La ventana estaba cerrada.

Al entrar la puerta parecía completamente normal, traía el seguro puesto.

Quien sea que hizo esto, aún estaba en el lugar.

Retrocedí despacio, como si lo que sea que haya visto no me haya causado la más mínima impresión.

Aunque por mi ojos solo salían lagrimas.

Di un par de pasos más lentamente hasta que llegué al pasillo principal, donde estaba la puerta de entrada.

Otra vez mis sentidos se agudizaron, buscando de algún modo u otro ayudarme en la supervivencia de la ocasión.

El peligro era real.

Siempre fue real, solo que no quería admitirlo, buscan detener lo que sea que vaya a descubrir, humano o no, alguien estaba en mi departamento esperando para poder atacarme.

De un solo tirón corrí hacia el pasillo principal del departamento cerrando de un fuerte portazo la puerta del mío, no me detuve hasta llegar a las escaleras, donde convergían la puerta de mis vecinos y la mía. 

Toque desesperadamente la puerta de todos, pidiendo que por favor me ayuden.

"¡ALGUIEN ESTA EN MI DEPARTAMENTO!"

De inmediato salió alguien, un vecino ya mayor con barba crecida y kilos demás, usando su pijama de verano.

Le explique entre lloros y sollozos la situación, detrás de él estaba una mujer también bastante mayor ya ataviada con bata. 

De inmediato el sujeto entró a su casa para sacar un mango de hacha, mientras su mujer se quedó conmigo para llamar a la policía.

"No te preocupes cariño, mi Henry es un Satinador*" dijo la señora, para consolarme, y le marcaba a la policía.

Aunque al menos yo no sabia lo que ser "Satinador" implicaba.

El hombre entró en el departamento.

Caminó despacio, manteniendo una amplia separación de pies, como si este tipo de situaciones de combate ya le hayan sido tan comunes en su pasado.

Nosotras nos quedamos en la puerta, cuando el la cerró al entrar, luego de varios segundos incluso minutos,  salió como si nada.

"No había nadie adentro" comentó "Tal vez ya haya escapado, pero realmente no logré encontrar a nadie"

No sé que era peor el hecho de que pareciese que hubiese alguien en mi departamento o que realmente nadie estuviese en mi departamento.

Luego de media hora la policía llegó.

Investigaron la zona y toda el área, se llevaron a mi gato y todos sus restos como pruebas.

Estuvieron hasta la 1 AM husmeando por todo el sitio, para al final hacerme las típicas preguntas de seguimiento:

"¿Sabe de alguien que quiera hacerle daño?" o"¿Qué estaba haciendo usted en este día?" también "¿Alguien más tiene la copia de la llave de su departamento?"

Al final no fue más que un simple placebo, no iban a hacer nada, porque tampoco tenían pruebas suficientes de que otra persona estuvo en el lugar.

Puede que categóricamente puedan llegar a pensar que la que hizo eso fui yo.

Antes de irse me preguntaron "¿Tienes alguien con quien quedarte por unos días?"

Esa era una buena pregunta.

No tenia a nadie.

Después de varios años pregonando que había alcanzado el éxito de mi carrera, el tope máximo de lo bueno en mi vida, siguiendo con la flor de la juventud.

Después de tanto tiempo cancelando citas, reuniones, solo me quedaba yo misma con aquel gato de nombre ridículo que encontré un día en la basura.

A mi hermana le había perdido el rastro, mis antiguos amigos de universidad hace ya varios años que no hablaba con ninguno de ellos, mi asistente ni si quiera me hablaba fuera de horario laboral, los señores mayores que me habían ayudado hace rato entraron de prisa desde que llegó la policía, el marido en especial apresuró a su mujer lo más probable es que con sus instintos de "Satinador" sepa que no es buena idea estar cerca a mi. 

Así que estaba sola.

"Si, puedo ir donde un amigo" le mentí al policía.

Se fueron después de haber levantado toda la evidencia.

Y yo me quedé en las escaleras rogando a que el único contacto que me quedaba estuviese disponible.

Caso 7B: Casa ViejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora