Entrada 10

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Antes de empezar a investigar este caso nunca habría pensado en tener que recurrir a ese cretino para sentirme mínimamente segura.

Si bien admito ampliamente que me pude ir a un motel, o algún tipo de hotel de bajo presupuesto, pero aquella sensación de estar sola en un cuarto o casa era simplemente arrolladora

Justo en este momento necesitaba algún tipo de compañía que fuera en realidad, a un punto de desesperación que tuve que rebajar mi propio juicio y compartir lugar con el inmaduro de Joan.

Cerré la tapa del celular con fuerza al acabar la llamada, resignada.

Luego de casi 30 minutos de manejar en mi pequeño Volkswagen rojo en medio de la noche en un estado de alerta máxima, fijándome casi cada segundo a través del retrovisor teniendo un susto profundo cada vez que algún auto mantenía rumbo por detrás del mío por unos minutos.

Cuando llegué a la zona del Urubo fue aún peor, un desierto verde, en medio de luces pretenciosas, y diseños extravagantes característicos de los más adinerados del lugar.

No conseguía quitarme de la cabeza toda esa sangre, aquellos pedazos de pelaje que se repartían por el cuarto, los huesos expuestos y el tórax abierto como un cerdo en el matadero.

Llegué a la casa de Joan, en cuanto me bajé del auto lo ví abriendo la puerta principal, llevaba una polera blanca y un short holgado. Me guío a la misma sala donde hablamos la última vez, me dejé caer en el sofá, agotada física y psicológicamente.

Me sorprendió profundamente que no haya hecho ninguna pregunta incómoda de responder a este punto cuando único que le dije por teléfono fue:

"Alguien entró en mi casa, no puedo quedarme aquí mientras hacen la investigación"

Cuando en realidad no quería quedarme sola ni por un momento, me encontraba en un punto realmente vulnerable pero no lo suficiente como para hacérselo saber.

"He estado investigando un poco del caso y tengo algunas cosas que comentarte" avisó antes de despedirse y subir nuevamente a su habitación "Puedes usar cualquiera de las habitaciones pero la de al fondo es mía"

Solo atiné a asentir con la cabeza.

"Hablaremos de lo que sea que pasó cuando te sientas lista" dijo al subir "Que descanses"

Me moví luego de unos minutos al cuarto vecino al suyo.

A veces se me olvida que ambos tomamos los mismos cursos de psicología, normalmente la guía ética y moral en psicología es uno de los fundamentos básicos en los que se apoya toda persona que tenga el placer de haber estudiado la carrera y de ejercer con profesionalidad.

Durante aquellos años de estudio Joan parecía alguien brillante siempre interesado por conocer la mente de aquellos que más se asemejaban a monstruos que a humanos él parecía desear ayudarlos, siempre estaba a la vanguardia de los más recientes avances que implicaba el campo, podía debatir a la par con casi cualquier docente, cuando contaba anécdotas parecían surrealistas pero siempre acabas dándote cuenta de lo posible que podrían ser debido al dinero que manejaban sus padres, durante mucho tiempo fue alguien a quien podía ver de lejos y admirar.

Fue solo al final que empezó a mostrar su verdadero rostro, examinando cada vez más formas de experimentación poco éticas cuyos resultados no podrían ni de lejos justificar su accionar, pareciera que en su obsesión por conocer el bajo mundo por fin lo llevó a conocer los ojos del abismo y cometió el error de mirarlo por mucho tiempo, al momento de presentar su tesis fue rechazada debido a que eran los resultados de una evaluación que él aplicó que según los diferentes docentes evaluadores era inhumana y con suerte no llegaron a meterlo a juicio con las autoridades, información que se filtró al resto de la universidad.

El día que eso sucedió solo vi como se retiraba en silenció del aula enfurecido gritando contra los evaluadores mientras se retiraba, teniendo entendido que había perdido para siempre su brújula moral.

Cómo éramos compañeros de curso de algún modo u otro salía en las conversaciones que yo tenía con algunas personas en común, así fue como me enteré que se graduó al siguiente semestre con una tesis y mesa de jurado completamente diferente.

Pero le perdí la pista hacía ya un tiempo lo último que supe de él fue cuando hablaba con una ex compañera hace unos 7 años, ella me comentó que había vuelto de un viaje a Europa dónde hizo otra especialidad en parapsicología a parte de la de psicología forense y me contactó para hablar acerca de un trabajo que estaba realizando.

Se trataba de unas entrevistas a las víctimas a unas mujeres víctimas de un culto desmantelado hacía ya un tiempo.

Cuando tocó hacer las entrevistas noté la completa falta de tacto y empatía en sus interrogatorios, lo único que le interesaba era la información más no el portador.

Luego durante una de las reuniones que tuvimos con los demás encargados en el equipo nos enteramos que una de las mujeres a las que había entrevistado Joan se había quitado la vida horas después de hablar con él.

Pero a Joan no parecía importarle.

O al menos no logré encontrar un solo rastro en su cara que indique el más mínimo remordimiento.

Desde entonces empecé a desarrollar una aversión hacia él y todo lo que implica su forma de actuar. Al final solo se trataría de un niño mimado que sus padres no le dieron la atención necesaria para que pueda ser un ser humano funcional.

Abandoné el proyecto al día siguiente, la carga de ello era agobiante.

Me centré en mis propios asuntos, manteniéndome ocupada desarrollando mi profesión cerrando cada vez más toda interacción por lo poco interesantes que estás podían llegar a resultar, también por la falta de tiempo incluso dentro de lo que cabe por la falta de interés en ello.

Cerré la puerta del cuarto con llave, encendí la lámpara de la cómoda y apague la del cuarto.

Me hizo frío.

Me eche en la cama que según parece está completamente nueva, es firme y suave.

Me envolví en las sábanas y la frazada cuando parecía que por fin aquella descarga de adrenalina se había terminado. Cierro los ojos y pongo las sábanas por encima de mi nariz como una niña queriendo espantar a los monstruos, la calidez de la cama me invita por fin a descansar

Aunque no pude hacerlo de frente agradecí en mi mente al idiota de Joan por dejarme quedar, para después caer en el reino onírico.

Aunque las pesadillas habían continuado, me desperté sobresaltada varias veces incluso con los ronquidos de Joan.

Fue una buena noche, mejor que varias de las subsiguientes

Caso 7B: Casa ViejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora