Un regalo para ti

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Te saludo querido lector.

Debido a la forma de narrativa tengo ciertas limitaciones a lo que viene siendo la expresión completa de mis recursos narrativos preferidos, en especial en lo que respecta a la pseudo-epopeya de Joan (Lo llamo "pseudo" porque no lo escribiré en verso).

Es por eso que este capitulo he decidido convertirla a "narrador protagonista" porque deseo demostrar finalmente como se siente mi querido personaje, sin tapujos en el pensamiento, ni en la prosa.

Será un regalo para ti.

Como una forma de agradecimiento por ser de las primeras personas en haber leído mi primera novela, por haberle dado a este escritor fracasado una oportunidad entre tantas que pudiste encontrar dentro del mar de historias, a la cual intente darle la mayor calidad posible por que es lo que te mereces.

Cabe informar que esta versión de este capitulo solo estaría disponible en esta plataforma.

¡Espero que lo disfrutes!

Atte: DustionFA

Termine de hacer una llamada.

Realmente no soy de las personas que gustan usar la influencia de mi familia en situaciones normales, pero he de admitir que esta no es por ningún punto de vista una situación normal.

Sin embargo me apena un poco el hecho de si obramos de manera muy fuerte podríamos llamar demasiado la atención, echando por la borda todo el esfuerzo de Arminda, Ricardo, y toda su gente por mantener el anonimato.

Nos empezamos a movilizar a las 18 en punto, en cuanto comenzó a caer la noche, debíamos movernos con la mayor precaución posible, salimos todos en diferentes direcciones para asegurar una máxima discreción, muchos de los activos de Ricardo incluso se fueron caminando para poder ocultarse mejor.

La ventaja sería que la mayor congregación de policías se había quedado en la catedral para proteger la ceremonia; mientras que nadie se acerque a la plaza central no debería de existir ningún problema.

Al llegar a la reunión descubrimos la gran cantidad de personas que se habían congregado en aquella plazuela, llamada "Plazuela Zamora"

Yo llegué junto con Arminda, guiados por una chica que trabajaba para don Carlos, al bajar del auto nos mezclamos entre la gente para escuchar el motivo por el cual se reunían y que pensaban hacer al respecto.

Ellos lo sabían casi todo.

Incluso sabían cuáles personajes públicos estaban metidos en el asunto.

Al frente hablaba un hombre ya bastante mayor, recordando lo que había pasado hace ya 20 años, y que en su momento nadie se había atrevido a reclamar.

De cierta manera es comprensible el estado de miedo generalizado que hubo en las generaciones pasadas, siendo también la misma época en la que se creían mucho más en las maldiciones o hechicerías, la secta seguramente dominaba a los que tenían mas información a base de intimidación, además de tener gente a su mando capaz de cometer asesinato sin mucha carga emocional.

Pero ahora las personas tenían mucho más acceso a la información, eso les quitaba miedo, les devolvía el poder a sus manos.

"¡No podemos soportar más abusos de parte de las autoridades corruptas!" gritó otra vez.

"¡NO!" gritó de vuelta aquella aglomeración, subiendo el tono de voz, más enojados que antes.

"¡No dejaremos que esos malditos lastimen a nuestros niños!" ordenó esta vez.

Caso 7B: Casa ViejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora