Caso 7B: Casa Vieja

Entrada 23

"¿Cómo decís que funciona esto?"

(Usuario desconocido agita este dispositivo)

"Es un transcriptor automático, usa un procesador de voz para poder escribir todo lo que dices y ya luego lo pongo todo en una hoja de word y lo editó como yo quiera"

"Waaaaa esto si es un buen pedazo de tecnología, no quiero ni imaginarme lo que van a inventar de aquí a 10 años en el futuro"

"Ya lo veremos, a lo mejor y de una buena vez aparece ese auto volador"

(Conversador se sienta en una superficie suave)

"¿Cuál?"

"El de Volver al Futuro"

"¡¡¡Te viste esa!!!"

"Es una obra de arte"

"No te creo, es de mis películas favoritas"

"Tenemos que ver la saga completa"

"Siiiiiii, cuando todo esto termine compramos la peli y la vemos en mi casa"

"¿Antes o después del café en cualquier parte del mundo?"

"¿Entre ver Volver al futuro y tomar un café cuál prefieres?"

"Difícil de decidir, pero creo que me quedo con los dos"

"Pues hacemos los dos"

"Yo sé preparar café Moka Latte"

"Es un trato entonces yo pongo la peli y las pipocas, tu preparas el café ¿Trato hecho?"

"¡Trato hecho!"

"Ese futuro contigo parece ser interesante"

"El futuro es lo que sea que lo hagas"

"¡Que sea bueno!"

(Risas)

Entrada 23B

Miranda Sandoval era una joven de 25 años que estudiaba ingeniería petrolera en la Facultad Integral del Chaco, sus amigos la catalogaban como una chica alegre y trabajadora, sus familiares decían que ella era alguien muy tranquila que nunca hacía enemigos y jamás sería merecedora de lo sucedido.

Su cadáver fue avistado por un hombre que trabajaba como ripiero a las orillas del río en la zona de la Avenida Crisólogo Miranda un barrio costero al río Parapety

"Solo la vi flotando parece que alguien de allá lejos la había tirado, pensé que estaba nadando, y me acerque pues, pero pucha, pobre chiquita"

En cuanto se dio la voz de alarma aparecieron 2 grupos de reporteros, 2 de Unitel, 3 de Bolivisión, llegaron y se fueron en menos de una hora. Una cobertura mínima para ser tan atroz crimen.

Joan fue a ver el lugar e intentó sacar fotos sin que la policía lo viera, pero no fue algo fácil según lo que me contó.

"Esos malditos estaban a montones, habían más que reporteros, hasta a la gente le parecía raro porque supuestamente aquí en Camiri no hay ni 5 pacos, y los malditos no dejaban que nadie se acerque, estaban vigilando a cada rato" comentó.

"No hay ni una sola duda de quienes fueron, por eso necesitamos apresurarnos a encontrar a Ale, si lo encontramos a él resolveremos todo esto"

"Y eso que ni siquiera sabemos si realmente está aquí" dijo Joan frustrado.

"Es nuestra mejor carta" dije en voz baja mientras aún revisaba algunos diarios con noticias de desapariciones, mi madre tenía razón, no había un día específico para que las víctimas desaparezcan, en realidad la desaparición podía haber sido hasta 3 semanas antes de San Juan, cuando la temperatura baja abruptamente.