A veces dicen que lo que bien comienza, mal termina, pero nadie sabe a que se refieren con certeza. Minho no sabe cuanto tiempo ha vivido sin ser completamente feliz, sin embargo cuando por fin encontró a alguien que lo hizo ver la vida de otro modo...
Después de tantas sorpresas solo esperaba encontrar algo bueno en los menús de los postres, busco con la mirada perdida entre las páginas hasta que llegó a las últimas dos páginas, sonrió grandemente y doy un pequeño saltito en mi lugar.
Chan me mira con curiosidad y observa la página que estoy viendo y sonrie de igual forma.
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—Un Galette de melocotón y fresas, por favor. —Pido amablemente a la meseta quien asiente atenta.
Mis amigos ordenan distintos postres mientras Moon se para a preguntar si existe alguna versión alterna de su postre favorito pero que no contenga almendras, la meseta amablemente le explica que si y ella lo ordena.
Suspiro perdiéndome nuevamente en la vista que tengo al frente cuando me llega una notificación de algún tweet de mis amigos, decido ignorarlo y por alguna razón al seguir con la vista fija en el ventanal vuelvo a sentir esa opresión en el pecho nuevamente.
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Los veo nuevamente a ambos perdidos en sus móviles.
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Para distraerme decido leer mis notificaciones y veo como los ojos de Chan se achinan mientras sonrie y se llenan de brillo.
—Seungmin esta de camino. ¿No les molesta? —pregunta Chan.
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