ɪɴꜱᴛᴀɴᴛ ᴄʀᴜꜱʜ ── 𝒀𝒂𝒎𝒂𝒅𝒂 𝑨𝒌𝒊𝒕𝒐

XXII

Los últimos meses han sido especialmente difíciles para mí, ya que mi enfermedad ha tomado un rumbo inesperado. Perdí la movilidad y, desde entonces, he estado en cama bajo el atento cuidado de Yamada.

La pelirroja observaba al chico con tranquilidad mientras él guardaba las cosas que había utilizado para ayudarla a bañarse. Al tomar su camiseta, él la miró.

-Sabiendo que el destino nos tiene reservado. . . -las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de la mayor-. Sigues cuidando de mí. . . ¿Por qué?

Akito dejó todo en el suelo y tomó las manos de su amada.

-¿Por qué habría de abandonarte? Menos en un momento como este. . . -besó suavemente sus manos-. No podría hacer algo así, mucho menos ahora. . .

Descansó su cabeza sobre su vientre, acariciando y escuchando el latir del fruto de su amor.

-Pero aún eres joven, podrías encontrar a alguien mejor. . .

-Estás equivocada. . . -dijo, mirando fijamente a la pelirroja-. Nadie más que tú puede brindarme la felicidad que siento. . . Llegaste en un momento inesperado.

Depositó un tierno beso en su frente.

-Sé que temes lo que otros puedan pensar acerca de nuestras edades, pero. . . ¿realmente importa eso ahora?

-No. . . -desvió la mirada, incapaz de mantener el contacto visual.

-Entonces, no pongas atención a lo que digan los demás. Mientras tú y yo seamos felices, nada más cuenta.

Akito, nunca imaginé que construiríamos una familia. Recuerdo aquellos días en los que parecías tan desinteresado por todo, pero aquella noche que decidiste hablarme. . . Si no hubiera respondido esa llamada, nada de esto habría sucedido.

Aoi abrazó al chico con todas sus fuerzas, sintiendo que no quería separarse de él ni un instante. Él simplemente correspondió a su abrazo, sintiendo cómo las lágrimas de ella caían suavemente sobre su hombro.

Quizás no sea el momento adecuado para entregarle esto, pero cuando todo pase, le daré una sorpresa.

Continuará. . .