"Al fin te encuentro después de tantos siglos, tú eres mi mate, Seth Clearwater".
"Yo juré a los ancestros que te protegería, incluso si mi vida dependiera de ello, porque eres mi impronta, Alba Ocelotl".
____________________________________________...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ALBA OCELOTL
Por fin...
Por fin me había reencontrado con mi mate...
Ya podía sentir el latir de mi corazón, de nuevo, luego de 300 años de tortura...
Sus ojos eran los mismos, su sonrisa me derretía, su rostro era igual al de él.
Al fin pude volver a la gravedad, luego de años estando flotando en la nada misma, sin sentir nada por alguien... Hasta que él volvió a mí.
Sin embargo, lo más curioso... Fue la manera en que lo volví a encontrar, puesto que, sentí los recuerdos revolviéndose y estallando dentro mi mente, memorias dolorosas del pasado... Fue la peor experiencia de mi vida... El dolor que me invadía quemaba como mil infiernos...
Hasta que llegó mi cura a todo mal... Él... No sabía si se llamaba, nuevamente, Caleb, o si tenía otro nombre... Pero, su imagen era la misma, como si se hubiera congelado en el tiempo... Es tan dulce como el día en que lo perdí.
Su olor era tan exquisito... Chocolate amargo, un aroma tan intenso, con más potencia que el olor de Caleb.
Al parecer mi nuevo mate era un metamorfo, y, por ende, también vi como se imprimó de mí.
Sus ojos color café se mezclaron con los míos... No soltamos las miradas en ningún momento, parecía que queríamos atesorar el recuerdo de aquella sensación tan peculiar... La imprimación es el lazo más fuerte que hay.
Caímos de rodillas como iguales... Respaldándonos en todo momento... Nos abrazamos con necesidad... Y por poco nos besamos... Aunque sentía que todavía no era el momento perfecto...
Lo amo tanto... Demasiado... Haría cualquier cosa por él... Ahora, no volvería a cometer el mismo error, puesto que lo protegería con todo mi ser. Incluso sacrificaría mi vida por él.
"Es tan bellísima" alcancé a escuchar el pensamiento de mi chico.
Me sonrojé al instante... Hacía mucho tiempo que no recibía un cumplido de mi mate.
"Te extrañé demasiado, como no tienes idea" le comuniqué telepáticamente, a lo que él me vio con sorpresa.
"¿Puedes leer mi mente?" él dijo con los ojos muy abiertos.
—Sí puedo hacerlo, es una habilidad muy grandiosa, ¿no crees? —me encogí de hombros.
Él sonrió, aquella risa que juro protegerla... No me importa correr peligro, porque es mi destino, nuestro destino...
—¿Cómo te llamas? —mi mate se levantó del suelo húmedo del bosque, posteriormente, me extendió la mano para que yo hiciera lo mismo.
Tomé su mano... La sensación de euforia me invadía, la vida se llenaba una vez más de color... Es una vida hermosa... Junto a él.