"Al fin te encuentro después de tantos siglos, tú eres mi mate, Seth Clearwater".
"Yo juré a los ancestros que te protegería, incluso si mi vida dependiera de ello, porque eres mi impronta, Alba Ocelotl".
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NARRADOR OMNISCIENTE
Luego del ataque demoniaco, los Cheetah llegaron al cenote mágico, ubicado en Playa del Carmen, Quintana Roo... Estaban muy preocupados por el estado grave de su alfa...
—¡Está perdiendo mucha sangre! —exclamó Jackson al borde del colapso, quien en un gesto de desesperación abraza fuertemente a Alba tratando así de detener la hemorragia. Su mejor amiga yacía al borde de la inexistencia.
—Metan a los heridos en las aguas —Tlali ordenó con firmeza, aun así, tenía en su semblante una preocupación innata.
Inmediatamente, Jackson y Lee Yeon obedecieron a la petición, bajando cuidadosamente hacia el cenote con Alba y Rang en sus brazos...
—Estarás bien —Jackson le susurraba a su alfa.
—Eres fuerte, hermanito... Puedes con esto y más —Lee Yeon le recitó a Lee Rang.
—No pude prever esto —Izel dijo con una culpa inexplicable, inclusive estaba dudando de su don...
Pero la verdad, es que los demonios (de cualquier especie) nunca siguen los patrones del tiempo, prácticamente son impredecibles, despistando así a cualquier adivino... La gran virtud de estas criaturas es ser inmune al pasado, presente y futuro...
—Déjenlos flotando, sólo ellos pueden estar en estas aguas puras —Tlali incitó, a lo que Jackson y Yeon, sin objetar, obedecieron.
La cheetah curandera procedió a sumergir sus manos en las aguas, se concentró con todo su poder y recitó largos conjuros en nahuatl (dialecto original del pueblo mexica). De pronto, toda el agua cristalina de dicho cenote se ilumina de un azul cian brillante...
Poco a poco, el sangrado de ambos caídos cesó, y sus profundas heridas, de una vez por todas, comenzaron a cicatrizar...
Todos los presentes suspiraron aliviados, pensaron que el peligro había pasado, sin embargo, no había respuesta alguna.
—¿Qué pasa? —Tonantzin dijo preocupada.
—No pueden despertar —Tlali respondió luego de usar todo su poder—. No lo entiendo...
El cheetah beta, en un acto impulsivo, copia el poder de Tlali, para después sacar a Alba del agua. Éste empieza a darle un masaje cardiaco a la chica mientras usaba el poder de la curación, se forzó a sí mismo, lo que produjo que sus párpados se oscurecieran con una potente sombra negra junto a sus ojos que se tornaron de un gris brillante.
—Vuelve a mí, Ocelotl... Vuelve por favor —lágrimas pequeñas salían del rostro de Jackson—. No siento tu energía... No la puedo sentir...
—Las criaturas de bajo astral se alimentan de la energía de los dioses —Xali comentó.
—Las filosas garras de jade de la tzitzimime drenaron un poco de la energía vital de nuestra alfa... —añadió Yali—. Nuestra debilidad es el jade... —su mirada estaba atónita luego de descubrir la terrible verdad.