𝙸𝚅: 𝙴𝙻𝙸𝚇𝙸𝚁

2.4K 263 5
                                    

NARRADOR OMNISCIENTE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NARRADOR OMNISCIENTE

El tiempo se acababa, Alba trataba de buscar la fórmula para ser inmortal...

Mientras estaba con su nuevo amor, ella se le olvidó por completo su misión principal. Ya que, ahora estaba concentrada en amar y proteger a Caleb.

—Eres tan cálida —decía él, ambos estaban recostados en el suave pasto de una colina—. Podría quedarme así para siempre —abrazó a su amada, luego los dos sonrieron sinceramente.

—Aunque eres frío, no puedo ignorar que ambos tenemos la misma sintonía... —Alba respondió.

De pronto, el estómago de la chica se hizo sonar, delatando que ésta tenía hambre. Caleb se dio cuenta de inmediato y dijo:

—Será mejor que deba cazar un animal para alimentarte —eso fue un gesto detallista.

—No te preocupes, yo puedo cazar un faisán... No deberías molestarte —ella se encogió de hombros.

—Te debo todo desde que me salvaste de esos vampiros —Caleb explicó—. Sin ti, estaría muerto —se acercó a ella, y le acarició la barbilla—. Déjame hacer cosas lindas por ti.

—Esta bien —Alba sonrió y no pudo evitar darle un beso corto en aquellos labios, que a pesar de tener textura de porcelana, se sentían tan suaves para ella.

Luego de ello, Caleb se adentró en la selva y corrió a toda prisa, tratando de conseguir la mejor carne para que su chica comiera... A él le encantaba que Alba se alimentará bien...

La chica jaguar se quedó en la colina, pero, de repente, se le vino un extraño pensamiento a la mente...

"Alba, ¿dónde estás?, no tenemos tiempo, debemos de tener el elixir" era su madre, quien con telepatía, la estaba contactando.

"No te preocupes, mamá, tengo a un vampiro a mis pies. Estaremos allá en poco tiempo" ella le respondió.
Por consiguiente, Alba saltó a una gran ceiba y se dispuso a buscar a Caleb desde dicha altura.

—¡CALEB! —gritó.

El vampiro, desde kilómetros de distancia escuchó la voz de su chica y corrió enseguida de su llamado.

—¿Qué pasó? —dijo alarmado.

—Nada, sólo debo de ir a casa. Mi madre me necesita con urgencia, no debo de perder el tiempo.

—Te acompañó, iré a dónde tú vayas.

—Te acompañó, iré a dónde tú vayas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑪𝑯𝑬𝑬𝑻𝑨𝑯 🧡 - ꜱᴇᴛʜ ᴄʟᴇᴀʀᴡᴀᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora